La relativa facilidad con la que se está logrando reducir el precio de las celdas de batería ha puesto sobre la mesa un nuevo objetivo que hace unos años parecía completamente inviable: los 60 dólares/kWh (49,5 euros/kWh), que supondría que los coches eléctricos serían, claramente, más baratos de adquirir que los de combustión. Así lo asegura Dave Howell, director de la Oficina de Tecnologías de Vehículos del Departamento de Energía de Estados Unidos, que está en primera línea en proyectos relacionados con la investigación de baterías y su financiación.
Los analistas expertos en la industria automotriz han sostenido durante los últimos años que alcanzar el listón de los 100 dólares/kWh (82,5 euros/kWh) supone igualar el coste de producción de un vehículo eléctrico y de uno de combustión de la misma categoría. A partir de este nivel, y teniendo en cuenta que el coste total de propiedad de un eléctrico es muy inferior a uno de combustión, gracias al ahorro en el precio del combustible y en el mantenimiento, la decisión de compra debería favorecer claramente a la nueva tecnología.
El precio del kWh, a nivel de celda o a nivel de batería, se utiliza frecuentemente para medir el estado y la evolución del mercado de las baterías. Así, por ejemplo, en el caso de Tesla, el precio de la batería ya lista para instalarse en el vehículo, es decir, con las celdas empaquetadas y todos los sistemas implementados, era a finales de 2020 de 150 dólares/kWh. Sin embargo, a partir del día de la batería, con la presentación de las celdas 4680, las cosas han cambiado de manera que el fabricante californiano proponía una hoja de ruta para reducir el precio otro 40%, para alcanzar los 56 dólares/kWh a nivel de celda. En marzo, el Grupo Volkswagen también apuesta por pelear por ese objetivo anunciando una batería que costaba alrededor de 60 dólares/kWh.
El precio de las baterías está experimentando un descenso espectacular en los últimos años. Según informa la consultora BloombergNEF ha caído un 89% desde 2010, situándose en 2020 en una media de 137 dólares/kWh. Además, por primera vez, en diciembre de 2020, el precio de las baterías se situaba por debajo de los 100 dólares/kWh en el caso de algunos autobuses eléctricos de China. Si bien estos han sido los precios más bajos que se han reportado en la historia, el promedio de las baterías para este tipo de transporte allí es de 105 dólares/kWh. La consultora prevé que, en 2023, el precio promedio real se acercará a los 100 dólares/kWh.
Dave Howell, que dirige la Oficina de Tecnologías de Vehículos del Departamento de Energía de Estados Unidos, que financia varios proyectos de investigación de baterías, ve viable este objetivo y así lo afirma en una entrevista publicada por The Mobilist. Hace solo unos años, alcanzar los 100 dólares/kWh parecía imposible. En general, la industria tiene claro ese objetivo está al alcance, aunque Howell afirma que le sorprende lo rápido que la industria ha llegado a lograrlo. El nuevo objetivo llega solo cuatro meses después de que el Departamento de Energía declarara los 80 dólares/kWh (a nivel de paquete completo) a como parte de su "Gran desafío de almacenamiento de energía".
Ahora, parece que la industria ha reconsiderado, y decidido, que si su objetivo es vender millones de vehículos eléctricos a particulares, los 100 dólares/kWh no son suficientes: se necesita bajar aún más. Con este nuevo objetivo de reducir el precio a los 60 dólares/kWh, Howell calcula que el coste total de propiedad de un vehículo eléctrico sería aproximadamente de 0,13 €/km (26 centavos por milla), superando los 0,14 €/km (27 centavos por milla) de los de combustión.