BMW está avanzando significativamente en el desarrollo y comercialización de sus coches eléctricos. No obstante, por ahora, continúa negándose a dar una fecha definitiva para la conclusión de sus motores térmicos. La firma apuesta por una oferta mecánica variada hasta que la Unión Europea diga "basta". Pero, ¿qué sucederá en los próximos años con sus modelos cero emisiones?
Los BMW eléctricos darán un significativo paso adelante con la incorporación de la plataforma Neue Klasse que llegará en 2025 junto al nuevo BMW i3 e iX3 (berlina y SUV eléctricos, respectivamente). Este será el primer paso para sus modelos. El segundo gran avance será la llegada de baterías de estado sólido, para las que aún habrá que esperar algunos años.
BMW retrasa la llegada del electrolito sólido
Desde el medio BMWBlog se han hecho eco de esta noticia a través del propio Kurt Vandeputte, gerente del Centro de Competencia de Fabricación de Celdas de Batería (CMCC) de BMW. El responsable concedió unas palabras al portal especializado en la marca bávara, donde incidió en el hecho de que esta tecnología aún es muy joven para lanzarse al mercado: “No veremos un BMW de serie con baterías de estado sólido antes del año 2030”, aseveró Vandeputte.
Pese a esta afirmación, los últimos indicios apuntan a que la compañía está haciendo grandes avances en este campo. Actualmente, se conoce que BMW está trabajando en el desarrollo de un prototipo con el que estudiar pormenorizadamente las especificaciones de estas baterías, así como en su evolución y optimización. De forma paralela, han establecido una pequeña línea de producción para esta y otras unidades del prototipo en el mismo CMCC.
Por otro lado, aunque la firma trabaja en sus propios componentes, el pasado mes de noviembre recibió los primeros prototipos de baterías de estado sólido por parte de su compañía aliada, Solid Power. Estas unidades estarían pensadas para ser desarrolladas de la mano de los modelos Neue Klasse que llegarán al mercado más adelante, concretamente a finales de la década o principios de la siguiente, en los cuales, ya trabaja la firma germana.
Esto no quiere decir que los modelos Neue Klase vayan a incorporar unas especificaciones similares a los actuales, ya que con su llegada se espera un significativo salto en la práctica totalidad de apartados. En concreto, desde la compañía alemana esperan obtener un 30% más de autonomía por la mitad del coste de producción actual.
Las baterías de estado sólido llevan varios años siendo la promesa definitiva para el sector de los coches eléctricos, especialmente por su capacidad de integrar una mayor densidad energética, lo que redunda en mejores especificaciones sin renunciar a un tamaño compacto. Sin embargo, aún estarían lejos de llegar al mercado masivo. Toyota, por su parte, también está trabajando en sy desarrollo y ha anticipado su llegada para el año 2027, aunque para verlas integradas en modelos de alta producción igualmente habrá que esperar hasta alrededor del año 2030.