A principios de 2021, Renault presentó su hoja de ruta para los próximos años. Su CEO, Luca de Meo, tomaba las medidas necesarias para consolidarse en el mercado del futuro, diversificando sus actividades y forjando poderosas alianzas internacionales. Renault, Dacia y Alpine son las marcas comerciales reconocidas y Mobilize se enfoca a los servicios de movilidad.
Por otro lado, Horse se encarga de desarrollar los motores de combustión electrificados y Ampere, como marca independiente, se dedica al desarrollo de componentes para vehículos eléctricos, tanto de batería como de hidrógeno, y al software. Según Renault, Ampere es “una entidad independiente y el primer actor puramente eléctrico y de software surgido de la transformación de un fabricante de automóviles tradicional”.
Dos tecnologías clave, fruto de las asociaciones de Ampere
Ahora, Ampere ha anunciado la expansión de su gama de baterías para incluir la tecnología LFP (litio-ferrofosfato) para añadirla a la que ya empela actualmente, la NMC (níquel, manganeso y cobalto) en los coches del grupo francés. Además, añade la adopción la tecnología 'cell-to-pack', con lo que consigue abaratar este componente y, como consecuencia, poner coches eléctricos más económicos en el mercado.
Ampere ha trabajado con proveedores como LG Energy Solution y CATL para establecer una cadena de valor integrada en Europa, asegurando una mayor competitividad de la tecnología LFP para sus vehículos fabricados en el continente. Estos socios proporcionarán baterías LFP para varios modelos de Renault y Alpine, cubriendo las necesidades de baterías hasta 2030.
Además, Ampere ha colaborado con LG Energy Solution para desarrollar la tecnología 'cell-to-pack' para las baterías tipo pouch (bolsa). Eliminando los módulos en los que anteriormente se agrupaban las celdas, se aumenta el espacio para material activo lo que permite aumentar la autonomía de los vehículos ya que integra más celdas en un espacio determinado.
La tecnología 'cell-to-pack' también reduce el coste de la batería. Ampere indica que la integración de las tecnologías LFP y 'cell-to-pack' permitirá reducir el coste de las baterías de sus vehículos en aproximadamente un 20% a partir de principios de 2026.
Con cuatro socios en el ámbito de las baterías, Ampere acelera en un entorno en constante cambio y demuestra la eficacia de su enfoque colaborativo. Trabaja con AESC Envision en su planta ElectriCity en Douai, Francia, para las baterías NMC; con CATL para la tecnología LFP desde su planta en Hungría; con LGES en Polonia para las tecnologías NMC y LFP; y con Verkor para la tecnología NMC desde su gigafactoría en Dunkerque, Francia. Las baterías se ensamblan en Ampere ElectriCity (Hauts-de-France), en el taller de baterías de la fábrica de Douai.
¿Qué coches eléctricos de Renault implementarán estas tecnologías?
Ampere destaca que los recientes avances en la tecnología LFP y el desarrollo de una cadena de valor en Europa la posicionan como una alternativa viable al NMC. Dado que consume menos energía, es especialmente adecuada para aplicaciones específicas, como los coches pequeños y medianos.
Al ser menos costosa, la tecnología LFP se está convirtiendo en un componente crucial para los vehículos eléctricos asequibles, facilitando su democratización en Europa. Ampere asegura que estas tecnologías se implementarán rápidamente, con los primeros modelos equipados con baterías LFP estarán disponibles a partir de principios de 2026.
"En un entorno extremadamente competitivo y en constante evolución, nuestra estrategia de baterías es una prueba de la eficacia del enfoque abierto y horizontal de Ampere, con los mejores socios, que garantiza una asignación inteligente del capital, flexibilidad y rapidez de ejecución", afirma Josep Maria Recasens, director de Operaciones de Ampere. Recasens añade que este plan forma parte de la hoja de ruta de la empresa del Grupo Renault para reducir sus costes en un 40% para la próxima generación de vehículos.