Bollinger Motors ha mostrado algunos detalles de la configuración del paquete de baterías modular que alimentará los dos vehículos eléctricos que próximamente pondrá en el mercado: el todoterreno eléctrico B1 y la pick-up eléctrica B2. El fabricante ha presentado una batería con una forma diferente y una situación más centrada dentro del vehículo. Además, la desarrollará internamente, lo que supone un cambio radical en su estrategia de depender de otros fabricantes para este componente y es coherente con la segunda línea de negocio relacionada con la implementación de su plataforma para configurar sobre ella diferentes tipologías de vehículos, que también llevará sus baterías a otros fabricantes.
La escalabilidad y modularidad de la batería permite ofrecer cinco tamaños diferentes para que cada cliente elija la que necesita para su actividad. Se podrá configurar con capacidades de 35 kWh, 70 kWh, 104 kWh, 140 kWh y 175 kWh. Además, también es posible seleccionar su voltaje nominal de funcionamiento entre los 350 voltios y los 700 voltios. Esta segunda opción, potencialmente, permite elevar de forma muy importante la velocidad de carga.
Diseño modular de la batería de Bollinger Motors. Imagen de la patente.
El diseño de la batería es bastante diferente al que se incluye en otros vehículos eléctricos de pasajeros, que recurren a una forma plana en forma de paralelepípedo que puede extenderse en toda la longitud existente entre los dos ejes (lo que se conoce como batalla del vehículo). La tendencia general es maximizar esta longitud de manera que las ruedas tienen a acercarse a los extremos, reduciendo de manera muy importante los voladizos. Esta plataforma tipo patinete da como resultado habitáculos más amplios. La batería en el piso y los motores y resto de elementos mecánicos sobre los ejes, sin invadir el interior, permiten llevar las filas de asientos a los extremos.
Esta arquitectura es muy conveniente para turismos, aumentando el confort de los ocupantes, pero, en el caso de vehículos tipo SUV admite ciertas variaciones. Bollinger ha recurrido a una batería en forma de 'T' elevada, que usa una viga estructural en forma de 'I' en el medio del paquete. Dentro del propio diseño se incluyen los canales que conducen el fluido de enfriamiento para extraer el calor de los módulos individuales.
Bollinger B1 y Bollinger B2.
De esta forma, el paquete de baterías encaja dentro de la protección de los rieles estructurales del chasis del vehículo y permanece confinada debajo de los asientos de los ocupantes. Este diseño se aparta ligeramente del chasis que Bollinger ha estado mostrando con anterioridad, basado en una plataforma tipo patinete similar al del resto de vehículos. Sin embargo, dado el potencial todoterreno de los vehículos que propone este fabricante, tiene mucho sentido mantener la batería más centrada en el vehículo.
La compañía ha asegurado que tanto el diseño de los paquetes de baterías como su sistema de administración brindan la más alta seguridad, densidad de energía y capacidad de carga en corriente continua, adaptada al uso que van a tener todos sus vehículos eléctricos.
Baterías de fabricación propia
El paquete de baterías, ahora desarrollado internamente, representa un cambio radical en el camino que Bollinger inició hace un par de años. Su intención era recurrir a empresas de ingeniería para obtener este componente clave. Sin embargo, su director ejecutivo, Robert Bollinger, ha reposicionado la empresa como una ingeniería creadora de prototipos, para lo que se ha trasladado a unas instalaciones más grandes en Michigan. Está previsto que el montaje lo realice una tercera empresa que se encargue de la fabricación a partir del próximo año.
Plataforma inicial de Bollinger Motors, más aproximada al tipo patinete habitual.
Anteriormente, Bollinger insinuó que sus todoterrenos eléctricos serían capaces de alcanzar una autonomía de 320 kilómetros (200 millas) con una batería de 125 kWh. Es de esperar que con la batería de mayor capacidad que se anuncia ahora, 175 kWh será posible alcanzar hasta los 480 kilómetros (300 millas). En este punto es preciso recordar que tanto el Bollinger B1 como su derivado el B2 recibirán la clasificación de camiones Clase 3, que en Estados Unidos, significa que no pasarán los test de seguridad de la NHTSA ni los de homologación de consumos de la EPA.