Un nuevo estudio publicado por la revista académica Joule concluye que las baterías de iones de litio recicladas son tan buenas, o incluso mejores, que las que se fabrican con materiales nuevos. Con este resultado, los fabricantes de baterías y de vehículos eléctricos pueden confiar en el empleo de materiales reciclados procedentes de las baterías desechadas para sus modelos nuevos.
Battery Solutions, una de las empresas de reciclaje de baterías más importante de Estados Unidos, señala que se estima que, solo allí, con una población de 323 millones de personas, se desperdician 3.000 millones de baterías cada año. En esta estadística se incluyen todos los tipos de baterías, no solo las de litio. Sin embargo, esta realidad enfatiza la importancia del reciclaje de baterías.
Yan Wang, profesor de ingeniería mecánica en el Instituto Politécnico de Worcester, y un equipo de investigadores del Consorcio de Baterías Avanzadas de EE.UU. (USABC) son los autores de este nuevo análisis en el que también ha colaborado la empresa de baterías A123 Systems.
El estudio comienza señalando que, en la práctica, los materiales reciclados se consideran inferiores en cuanto a sus propiedades a los materiales comerciales lo que supone un obstáculo para una industria que precisamente lo que necesita es adoptar materiales reciclados en sus productos nuevos.
Para realizar el estudio, el equipo de investigadores utilizó baterías fabricadas con cátodos reciclados NMC111, que son el tipo más común que se emplea actualmente en las baterías de litio. Este tipo de electrodo se compone, a partes iguales, de níquel, manganeso y cobalto y fueron fabricados utilizando una técnica patentada por Battery Resources, una startup cofundada por el director del estudio.
El equipo fabricó celdas de bolsa, uno de los estándares de la industria, de 11 Ah la misma densidad que las baterías de vehículos eléctricos. Para simplificar las pruebas, las baterías recicladas no se probaron en automóviles. En el informe, Wang explica que los ingenieros de A123 Systems realizaron la mayoría de las pruebas utilizando un protocolo diseñado por USABC para cumplir con los objetivos de viabilidad comercial para los vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
Tras realizar múltiple pruebas a nivel industrial, en sus conclusiones se demuestra que los cátodos NMC111 reciclados son en realidad superiores tanto en velocidad de recarga como en su rendimiento a los cátodos similares fabricados con materiales recién extraídos. Los resultados prueban que los materiales reciclados empleados en estos cátodos son una alternativa viable a los materiales vírgenes.