A nadie se le escapa que Tesla es una empresa especialmente hermética y celosa en cuanto a tecnología se refiere. Es por ello que nos ha sorprendido mucho que durante el informe semestral de resultados financieros, la compañía de Elon Musk haya revelado algunos detalles acerca de las características de las celdas 2170 de iones de litio que han sido diseñadas específicamente para el Tesla Model 3. Tesla ha asegurado en su comunicado de prensa que las del Model 3, que se fabrican en la Gigafactory 1 en Nevada, son las celdas de batería con mayor densidad energética de la actualidad gracias al uso reducido de cobalto.
Desde sus inicios, Tesla siempre ha empleado las celdas 18650 de Panasonic para construir las baterías de sus coches eléctricos con tecnología estándar, la cual está al alcance de cualquier empresa. En cambio, desde la llegada del Tesla Model 3 cambió radicalmente su estrategia y dejó de utilizar las baterías convencionales para diseñar sus propias baterías, las llamadas 2170, más anchas y no tal altas como las que montan los paquetes de los modelos S y X con el fin de adaptarlas a un coche de menores dimensiones.
La clave de las nuevas baterías del modelo compacto reside en su composición química, que según Tesla las hace únicas. Para el desarrollo de estas celdas tan específicas, que se empezaron a producir por primera vez en junio de 2017, el fabricante californiano de coches eléctricos ha trabajado mano a mano con la japonesa Panasonic. Desde entonces, poco más se ha sabido acerca de su composición hasta el día de ayer, cuando Tesla dio a conocer unos interesantes datos junto a unos resultados financieros preocupantes.
"Las celdas del Model 3 son las de mayor densidad energética nunca usadas en un vehículo eléctrico", asegura Tesla a través de un comunicado. "Esto ha sido posible mediante una reducción significativa del contenido de cobalto por cada paquete de baterías mientras que se ha incrementado la presencia de níquel y a la vez que se consigue mantener una estabilidad térmica superior". Tesla afirma que el contenido de cobalto en el cátodo compuesto por Níquel-Cobalto-Aluminio "es inferior al de los cátodos de las baterías de Níquel-Manganeso-Cobalto de otros fabricantes", el cual respeta una proporción de 8:1:1 respectivamente. "Como resultado, a pesar de tener una gran batería, el peso bruto del Tesla Model 3 es equiparable al de un automóvil a gasolina del mismo tamaño", asegura el fabricante.
Para Tesla resulta muy beneficioso reducir el uso de cobalto en la mayor medida posible, pues dicho material ha más que doblado su precio en los últimos doce meses y su extracción está ligada a procesos de minería artesanal de dudosa legitimidad. El director técnico de Tesla, JB Straubel, agregó que han visto venir la tendencia y, por ello, han estado "trabajando para reducir el uso de cobalto durante varios años". Por otro lado, Tesla no ha confirmado en que nivel de costes por kWh se encuentra, pero el director financiero Deepak Ahuja asegura que, según sus datos internos, los números de Tesla son "los mejores en su clase".
El año pasado, el coste de mercado por kWh de capacidad de las baterías para vehículos eléctricos cayó a $227 dólares, según un reciente informe. Confirmando los pronósticos, Tesla afirmó estar "por debajo de $190/kWh" por las mismas fechas. Los expertos de la marca estiman que Tesla necesitaría que los precios de sus baterías se sitúen por debajo de los cien dólares el kWh para poder hacer rentable el precio de salida del Tesla Semi, su primer camión eléctrico, el cual se puede reservar por $200.000 dólares en su versión más capaz. Mientras tanto, un descenso considerable en los costes de las baterías también ayudaría muchísimo al fabricante norteamericano a encontrar la rentabilidad en la producción del Model 3.