Oliver Blume tomó ayer, oficialmente, las riendas del Grupo Volkswagen. El alemán sucede así a su compatriota Herbert Diess después de que la mesa directiva del consorcio sentenciara como inaceptables los problemas de software que están teniendo lugar en sus modelos. Un relevo que se da en un contexto con una decidida apuesta ya en marcha por los coches eléctricos, la digitalización de los vehículos, mientras que combustibles sintéticos empiezan a hacer más ruido, aunque aún de fondo.
En un acto celebrado de manera interna, Blume ha detallado en qué consistirá el plan que ha trazado para hacer que el Grupo Volkswagen se reposicione de cara al cambio que está sufriendo la industria. "He elaborado un plan de diez puntos. La atención se centra en nuestra solidez financiera, el avance de nuestros productos, software y tecnologías, regiones como China y América del Norte, así como la sostenibilidad y el mercado de capitales", comentó el director ejecutivo el consorcio durante el discurso.
De entre los 10 puntos que ha destacado Blume, llama especialmente la atención Cariad, la división de software que costó el trabajo al anterior CEO del consorcio. En base a lo que apunta Automotive News Europa, empresas especialistas en componentes y suministro a fabricantes como Bosch y Continental están llamadas a ganar peso dentro de Cariad.
"I have drawn up a ten-point plan. The focus is on our financial robustness, the advancement of our products, software and technologies, regions like China & North America, as well as sustainability and the capital market." - new CEO Oliver Blume unveils priorities. pic.twitter.com/LdwGEgrUyZ
— Volkswagen Group (@VWGroup) September 1, 2022
También ha reiterado el directivo alemán que los coches eléctricos seguirán llevando la batuta en lo relativo a inversión y prioridad. "La movilidad eléctrica es el futuro. Mantendremos el ritmo actual y, en la medida de lo posible, lo aumentaremos. Soy un fanático de la movilidad eléctrica y también mantengo este camino a través de mi trabajo en Porsche".
De manera extraoficial varios medios alemanes han señalado que Blume también ha reorganizado la parte alta del consejo de administración del Grupo Volkswagen para que la toma de decisiones sea más rápida y efectiva, que pasa de 12 a 9 integrantes tras el propio nombramiento de Blume y dos partidas. Según las filtraciones, los responsables de ventas y compras son los que deberán renunciar a su puesto en la mesa. Se trata de una noticia que no ha sido comunicada oficialmente por Volkswagen, aunque el grupo sí lo ha confirmado con posterioridad a la conferencia.
Toma así Blume los mandos del consorcio alemán en un contexto que recuerda en cierta medida a la situación que se daba en el grupo hace siete años cuando el anterior CEO, Herbert Diess, entró en la cúpula directiva, pues se encontraba al frente de la limpieza que necesitaba Volkswagen tras el escándalo de la manipulación de emisiones del grupom conocido como Dieselgate, aunque no fue hasta 2017 cuando pasó de miembro de la junta directiva a director ejecutivo del consorcio.