Aunque la práctica totalidad de fabricantes ya apunta hacia el coche eléctrico, nadie a día de hoy tiene la clave sobre cuál será la mejor tecnología dentro de diez, quince o treinta años. Lo más probable es que coexistan varias alternativas de propulsión, y una de las que tiene mayor potencial es el hidrógeno. BMW está convencida de sus ventajas y en 2022 empezará a probar la pila de combustible en una pequeña serie del BMW i Hydrogen NEXT, un X5 de hidrógeno del que nos ha avanzado nuevos detalles y enseñado las primeras imágenes.
BMW lleva trabajando con Toyota desde el 2013 para desarrollar conjuntamente pilas de combustible, una sinergia cuyos primeros frutos (del lado de BMW) veremos primero en forma de un BMW X5 de hidrógeno, sobre la base del modelo actual. La pila de combustible del BMW i Hydrogen NEXT generará 170 CV de potencia gracias a la energía eléctrica resultante de la reacción química entre el hidrógeno almacenado en los depósitos y el oxígeno del ambiente.
Uno de los 2 tanques de hidrógeno del BMW i Hydrogen NEXT, junto al motor eléctrico y la batería.
El BMW i Hydrogen NEXT empleará tecnologías de la quinta generación de propulsores eléctricos eDrive de BMW, una tecnología que debutará en el próximo BMW iX3 eléctrico. Una batería ubicada sobre el motor eléctrico se encargará de almacenar energía sobrante, inyectándola de nuevo cuando haga falta una dosis extra de potencia al adelantar o acelerar. La potencia total del sistema es de 374 CV (275 kW), una cifra más que suficiente para mover con solvencia el vehículo.
Colocados en forma de T, el coche monta dos tanques que pueden almacenar 6 kilos de hidrógeno a 700 bares de presión. Aunque BMW no ha anunciado la autonomía de este modelo, los 6 kg de sus tanques deberían ser suficientes para proporcionar al menos 600 km de autonomía. El tiempo de repostaje, en torno a tres a cuatro minutos, es una de las ventajas de los coches de hidrógeno frente a los eléctricos de baterías.
Sistema propulsor eléctrico del BMW i Hydrogen NEXT de hidrógeno.
Bajo la pila de combustible (también llamada celda de combustible) va colocado el convertidor eléctrico, que adapta el voltaje al del propulsor eléctrico y a la batería. Todo este sistema de propulsión ha sido desarrollado junto a Toyota, uno de los fabricantes con más experiencia en el hidrógeno, y que ya tiene lista la nueva generación del Toyota Mirai.
Por su parte, BMW pondrá a prueba la pila de combustible en una pequeña serie basada en el BMW X5 actual y la intención es presentarlo en el año 2022. No obstante, para ver un BMW de hidrógeno estrictamente de producción habrá que esperar al menos hasta 2025: la marca ha anunciado que intentará lanzarlo al mercado «lo antes posible en la segunda mitad de esta década», pero la fecha exacta dependerá de la situación y los requisitos que demande el mercado.