El BMW i3 fue un coche avanzado a su tiempo: lanzado en 2013, ni siquiera hoy, casi una década después, existe ningún otro coche urbano (eléctrico o no) hecho de fibra de carbono. Teniendo en cuenta que el ciclo comercial de un coche suele rondar los ocho años, cabría imaginar que la despedida del BMW i3 es una pura cuestión de veteranía, pero no es así.
Aunque se ha mantenido con pocos cambios a nivel estético desde su lanzamiento, el diseño del BMW i3 todavía se ve relativamente fresco y actual. Y sobre todo, diferente. El concepto original del modelo era rompedor, distinto a todo lo demás, y con un diseño que, por entonces, era totalmente futurista. En el verano de 2020 se vendía más que nunca y, sin embargo, la evolución del mercado y los gustos de los compradores han provocado que, en algunos aspectos, el i3 achaque inevitablemente el paso de los años.
El diseño del BMW i3, muy futurista cuando salió al mercado, es también polarizante, lo cual ha ahuyentando a muchos compradores.
Según ha declarado un portavoz de BMW a Automobilwoche, una de las razones de peso para que BMW haya decidido cesar la producción del BMW i3 es que los potenciales clientes de vehículos eléctricos están interesados en modelos más grandes y con más espacio. Aunque el i3 ofrece muy buena habitabilidad en comparación con su tamaño exterior, su maletero (de 260 litros) puede quedarse corto. Además, su sistema de puertas obliga a tener abiertas las puertas delanteras para poder abrir las traseras, lo que en la práctica es casi como tener un 3 puertas.
Además, según este portavoz, «bastantes empleados» de BMW siempre han creído que el diseño del i3 era demasiado polarizante debido a sus rasgos futuristas y las formas de su carrocería, lo que ahuyentaba a muchos potenciales clientes. Según BWM, un coche eléctrico no debe diferenciarse demasiado visualmente de los coches "normales" con motor de combustión, para poder así atraer a un mayor número de compradores. No sabemos si este puede ser un motivo de peso, pero sin duda lo han tenido en cuenta desde el fabricante bávaro.
Puesto de conducción del BMW i3.
Aunque el BMW i3 no va a tener un sucesor directo, la compañía alemana ya está preparando sus sustitutos en el segmento de coches eléctricos compactos. BMW espera cubrir el hueco del i3 con los futuros BMW iX1 y Mini Countryman eléctricos y, para los eminentemente urbanitas, con la nueva generación del Mini Electric. Unos modelos que, según el portavoz de la compañía, tienen «el potencial de generar unas ventas significativamente mayores que las que consiguió el i3 en sus mejores tiempos».
Pese a su veteranía, el BMW i3 alcanzó un pico de producción en agosto de 2020, siete años después de empezar a fabricarse, debido principalmente a la gran demanda existente en Alemania. No obstante, en la actualidad sus ventas no son especialmente llamativas en el conjunto del mercado. En 2021 se vendieron en Europa 24.259 unidades del BMW i3, mientras que el Volkswagen ID.3 registró 71.252 matriculaciones. El eléctrico más vendido fue el Tesla Model 3 con más de 141.000 unidades vendidas, multiplicando casi seis veces las ventas del i3.