De la mano de Enrique Múzquiz, Project Manager de BMW, la marca alemana ha presentado en sociedad la octava generación de la Serie 5, con una apariencia renovada que hace especial hincapié en las nuevas motorizaciones. BMW sigue escalando así su oferta eléctrica ampliando la familia 'i' con la llegada del nuevo BMW i5. Por primera vez en su historia, la berlina media alemana disfruta de una versión 100% eléctrica.
Presentada oficialmente hace unos días, BMW ha mostrado a la prensa una unidad de la variante eléctrica más poderosa, que llega bajo la firma 'M' sobre la que ha puesto muchas de sus expectativas. Sus argumentos -diseño, tecnología y tambien rendimiento- la enfrentan a rivales tan fuertes como el Mercedes EQE, el BYD Han, pero sobre todo al todopoderoso Tesla Model S.
BMW tiene fijado el 2025 como el año del cambio. Su estrategia será radicalmente diferente gracias a la llegada de la nueva plataforma Neue Klasse. El BMW Serie 3 será el primero en usarla y su correspondiente versión eléctrica también. Todas las miradas están puestas en ella ya que ha sido diseñada para una nueva generación de coches eléctricos. Hasta que llegue, los modelos eléctricos seguirán empleando la arquitectura CLAR modificada que todavía está presente en el i5.
Es la misma que usa el BMW i7, aunque con modificaciones claras. La más evidente está en el diseño. Últimamente, la firma bávara ha estado arriesgando con sus creaciones. Primero, fue con el BMW iX y, más recientemente, con el buque insignia de la casa. Algo semejante podríamos decir del BMW XM, pero, en realidad, el SUV deportivo juega en su propia liga. Muchos compradores los han criticado por centrarse más en el gusto chino, pero ¿por qué el i5 tiene un aspecto más conservador? La respuesta es más sencilla de lo que parece.
Diseño exterior
Se puede decir que los iX, i7 y XM son coches de poco volumen de ventas, de capricho. Sus mercados principales son Asia, Estados Unidos y Oriente Medio. Sin embargo, el i5 está pensado para conquistar todo el mundo, de ahí que BMW haya optado por un diseño más conservador. Es el mismo patrón que se aplica en otros productos eléctricos como el BMW iX1, el i4 o el BMW iX3. Son modelos de mayor volumen y con ellos no conviene tensar en exceso la cuerda creativa.
El i5 y el Serie 5 son casi réplicas exactas, aunque en el caso del eléctrico se encuentran elementos diferenciados. Los más evidentes se deben a meras cuestiones aerodinámicas: la calandra totalmente tapada para reducir su impacto ante el aire y el difusor trasero completamente carenado. Estéticamente hablando, tres son los acabados disponibles: Base, M Sport y M Sport Pro. Este último ofrece parachoques modificados, molduras cromadas en negro y llantas de hasta 21 pulgadas con diseños exclusivos. Todo ello genera un toque deportivo superior.
Como suele ocurrir de una generación a otra, la Serie 5 crece con respecto al modelo saliente. Por primera vez, se supera la barrera de los cinco metros de largo. Exteriormente, el BMW i5 ofrece unas cotas nada discretas: 5,06 metros de largo, 1,9 metros de ancho y 1,51 metros de alto. A esas proporciones hay que sumar una distancia entre ejes de 2,99 metros, un coeficiente aerodinámico de 0,23 y un peso en vacío de 2.205 kilogramos. Eso quiere decir que es 21 centímetros más largo que un i4 y 30 centímetros más corto que un i7 que sólo se comercializa con el formato de carrocería más largo de todos.
En el interior
De puertas para dentro, nos encontramos con el mejor saber hacer de BMW. Nada más entrar se transmite una gran sensación de calidad percibida. La Serie 5 de BMW siempre ha sido la elección principal de muchos compradores que buscan aunar en una berlina la calidad, el equipamiento y el espacio suficiente para una familia de hasta cuatro miembros. Gracias a sus generosas cotas, el BMW i5 ofrece un habitáculo muy espacioso donde todos los ocupantes pueden disfrutar de un gran confort.
La fila trasera es cómoda y accesible para pasajeros altos. El problema, sin embargo, está en la plaza central, que tendrá que lidiar con un túnel de transmisión excesivamente elevado que reducirá el espacio para todos los ocupantes en viajes largos. Por su parte, el maletero ofrece una capacidad mínima de 490 litros, ampliables al abatir los asientos traseros en una proporción 60:40.
Nada más acceder al interior, la presentación es la misma que en el i7, donde cabe destacar la presencia de un doble panel curvo de gran formato. La instrumentación digital está formada por una pantalla de 12,3 pulgadas, mientras que la del sistema multimedia puede alcanzar hasta 14,9 pulgadas. Toda la tecnología está operada por la última versión del sistema operativo de la casa, el ID8.5 que se estrenó en el modelo superior.
Tecnológicamente hablando, estamos ante una de las berlinas eléctricas más avanzadas del mercado. Toda la zona media del salpicadero, así como la moldura central de los paneles de las puertas, cuenta con una franja de LED que BMW denomina Interaction Bar. No sólo es un elemento decorativo más, sino que también realiza funciones de advertencia a los ocupantes mediante señales luminosas. Integradas están las salidas de ventilación, que quedan prácticamente ocultas a la vista en un gran ejercicio de diseño.
En la zona del túnel central nos encontramos con el ya habitual módulo de control de BMW, que mantiene el mando rotativo que tan buenos resultados ha dado en todas las generaciones anteriores. A través de él, sin necesidad de acercar la mano a la pantalla táctil central, se puede gestionar todo el equipo multimedia y de infoentretenimiento. Junto a él, encontramos otras funciones añadidas como los siete modos de conducción: Personal, Sport, Efficient, Relax, Expressive, Digital Art y Personal, el botón de arranque o la palanca del cambio. Todo ello rematado en cristal para los acabados superiores.
BMW lo ha apostado todo a la tecnología. El despliegue de sistemas del i5 es apabullante y poco o nada tiene que envidiar al de un i7. A lo ya mencionado podemos sumar otros elementos interesantes como: faros láser, Digital Key, Head-Up Display de gran tamaño, conectividad para dispositivos móviles, techo panorámico, equipo de sonido Bowers & Wilkins con 16 altavoces y 655 vatios de potencia, conexión multimedia para el envío de imágenes y vídeos e, incluso, videojuegos integrados para hacer más amena la espera durante los tiempos de carga. A todo ello hay que sumar la más completa colección de asistentes que, técnicamente alcanzan un Nivel 3 de conducción autónoma.
Sin embargo, la legislación es más lenta que la tecnología, por lo que BMW ha rebajado las posibilidades de su sistema a lo que denominan Nivel 2.5. La diferencia fundamental entre ambas categorías está en sobre quien recae la responsabilidad de la conducción. En el Nivel 3 es del coche. En el Nivel 2.5 es del conductor. Y así debe ser, porque lo exige la legislación.
El BMW i5 incorpora todos los asistentes habiutales ya conocidos y añade el cambio de carril automático "gobernado por la vista". Así, cuando el sistema está activo, si el conductor quiere cambiar de carril, solo tiene que marcarlo con el intermitente. Cuando mira el espejo retrovisor correspondiente confirma la maniobra y el coche, en caso de ver que puede realizarse sin peligro, la efectúa automáticamente. Felipe Romero, gerente de producto, aseguran que ha podido viajar casi 100 km con este coche sin necesidad de tocar el volante. Aunque, para ajustarse a la normativa, el coche no permite circular sin comprobar que hay un conductor vigilando detrás de él.
Versiones mecánicas
Saltando al apartado mecánico, BMW lanza el i5 con dos versiones diferentes: i5 eDrive40 e i5 M60 xDrive. La versión de acceso cuenta con un solo motor instalado en el eje trasero que ofrece 254 kW (340 CV) de potencia, 430 Nm de par motor. El modelo más prestacional de la familia suma un segundo motor en el eje delantero. Gracias a ello, ofrece un rendimiento máximo de 448 kW (601 CV) de potencia y 795 Nm de par motor. Acelera de 0 a 100 km/h en apenas 3,8 segundos y alcanza una velocidad punta de 230 km/h.
Ambos modelos están alimentados por un sistema eléctrico de 400 voltios y una batería de iones de litio con una capacidad neta de 81,2 kWh de capacidad que se instala entre los ejes del coche.
BMW siempre ha destacado por la buena eficiencia de sus modelos eléctricos y este hecho se deja notar en las cifras homologadas de consumo y autonomía. El i5 eDrive40 anuncia un gasto en ciclo combinado de 16 kWh/100 km que le permite homologar una autonomía en ciclo WLTP de hasta 579 km. El más potente, el M60 xDrive, reduce su rango en favor de las prestaciones, pero aún así es capaz de registrar un consumo en ciclo mixto de 18,2 kWh/100 km y una autonomía de 516 km.
Para la recarga, los alemanes optan por alimentadores de alta potencia. Hasta 205 kW en corriente continua y hasta 11 kW en corriente alterna. Los datos oficiales anuncian que, en un punto de carga rápida, el i5 es capaz de recuperar del 0 al 80% en apenas 30 minutos, aunque BMW no especifica la curva de carga real.
En una conexión doméstica con un punto de recarga de 11 kW, la batería podrá recuperar el 100% de la autonomía en un tiempo aproximado de ocho horas y media. De serie, BMW ofrece un cable de carga Tipo 2. Mediante la app My BMW se puede gestionar todo el proceso, programando la recarga a las horas más convenientes para así poder acogerse a las horas valle de la tarifa de la luz.
Precio y disponibilidad
Las versiones ed combustión (con sistema microhíbrido de 48 voltios) y las versiones eléctricas comenzarán a fabricarse en julio de este año. En octubre arrancará la comercialización. Las versiones híbridas enchufables comenzarán a fabricartse en noviembre. Por lo tanto, BMW espera que las primeras unidades puedan llegar a sus clientes a partir del cuarto trimestre del año.
Sin embargo, los más impacientes deben saber que ya es posible reservar la unidad a través de los puntos de venta oficiales repartidos por toda la geografía. El precio de salida del BMW i5 para España es de 76.750 € para el modelo eDrive40 con acabado base. El BMW i5 M60 xDrive está disponible con una tarifa mínima de 114.250 €.
