Posiblemente, BMW es uno de los fabricantes que más en serio se ha tomado la electrificación de su gama. Los alemanes tienen mucha más experiencia que la media del mercado y eso les permite ofrecer desarrollos tan únicos como exclusivos. Desde su llegada al mercado, el nuevo BMW i7 ha sido fuente incesante de comentarios por su estrambótico diseño. Sin embargo, nadie puede decir nada malo de su parte mecánica. La versión más extrema de la casa llega a España envuelta en una combinación de prestaciones y lujo. Y su precio es de todo, menos asequible.
El Tesla Model S fue la primera berlina eléctrica del mercado en lanzar una versión de muy altas prestaciones. El Plaid con 1.020 caballos ha batido todos los récords y eso ha animado a las compañías rivales a lanzar sus alternativas, aunque no son precisamente iguales. Sería injusto comparar a un Model S con un Mercedes EQE o un BMW i7. Los modelos alemanes están muy por encima en algunos aspectos tan importantes como calidad, acabados y equipamiento. Tesla vende su berlina más grande como un ejercicio absoluto de eficiencia, pero no es capaz de acercarse a las terminaciones de sus rivales.
El i7 es, desde su lanzamiento, una de las berlinas eléctricas de referencia. BMW ha roto todos los esquemas con ella. Abandonando cualquier contención alemana habitual, la presentación no puede ser más extraordinaria. No sólo nos referimos al diseño, también al tamaño. Ya no hay una carrocería corta y sus 5,39 metros de largo son la única alternativa posible. Mercedes presenta el EQS en un formato algo más contenido, 5,21 metros de largo. La discreción no es su mejor cualidad, pero aquellos compradores que buscan un i7 lo hacen porque quieren aspirar a tener lo mejor de lo mejor.
La oferta mecánica del BMW i7 se ofrece en tres versiones diferentes, dos razonables y una completamente loca y disparatada. Centrémonos en esta última. El nombrado i7 M70 xDrive se sitúa como la joya de la corona de la familia. Cuenta con dos motores eléctricos, uno sobre cada eje, que desarrollan la friolera de 659 caballos de potencia y 1.100 Nm de par motor. Sólo el propulsor híbrido enchufable del BMW XM supera sus cifras. Se alimenta de una batería de iones de litio con 101,7 kWh de capacidad neta que le permite homologar una autonomía de hasta 559 kilómetros. A pesar de sus 2.770 kilogramos de peso, es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en apenas 3,7 segundos.
Si las prestaciones llaman la atención, no menos exagerada es su presentación interior. De puertas para dentro, el i7 estrena tecnologías inéditas en la casa. La digitalización llega a un nuevo nivel con el BMW Digital Theatre, que incluye una gran pantalla en los asientos traseros. A eso podemos sumar muchos detalles típicos del segmento del lujo, como los asientos con masaje y reclinables, el difusor de aromas, la televisión incorporada o una práctica nevera para que no se caliente la botella de champán correspondiente. No falta detalle, pero eso supone que el precio tampoco es barato. No en vano, el i7 más barato cuesta 115.500 euros.
Todo lo anteriormente dicho puede dar una pista de que el i7 M70 xDrive no va a ser en absoluto asequible. Su tarifa arranca en los 186.849 euros, sin ofertas o promociones. Es decir, ¡hasta 9 Dacia Spring! No está nada mal.
Ahora bien, la factura puede crecer si se incorporan algunos detalles opcionales como la pintura de dos colores, la tapicería de cuero merino, las molduras interiores en fibra de carbono y el más completo paquete de asistentes. Si sumamos todo, el precio final ronda los 225.000 euros.