La gama eléctrica de BMW es cada vez es mayor y mejor. Los últimos coches eléctricos lanzados por los de Múnich han dejado patente tal hecho. El éxito se logra a base de trabajo e innovación, un constante proceso de mejora que se consigue con la apertura de instalaciones específicas como el nuevo Centro de Competencia de Fabricación de Celdas, abreviadamente llamado CCMC.
En unas nuevas instalaciones que han costado 170 millones de euros y que comprenden un área aproximada de 15.000 metros cuadrados en la localidad de Parsdorf, 80 de los más experimentados trabajadores de BMW darán forma a los procesos y las tecnologías que permitirán mejorar los procesos de producción de las baterías destinadas a los modelos con la plataforma Neue Klasse, la próxima gran evolución de los coches eléctricos de BMW que verán la luz en unos años.
Hace apenas unos días supimos que la plataforma Neue Klasse para coches eléctricos ya tiene fecha oficial de salida. En 2025 el BMW Serie 3 eléctrico, al que todavía no ponemos nombre, será el primer modelo de la casa en disfrutar de una plataforma específicamente desarrollada que llevará incorporados los nuevos sistemas eléctricos, incluyendo motores y baterías. Baterías de alta densidad que serán capaces de mejorar las prestaciones y la autonomía. BMW se refiere a ese chasis como un "salto cuántico en tecnología".
Para la llegada de ese momento, el CCMC permitirá analizar y comprender en profundidad los procesos de creación de celdas. Con ello el Grupo BMW busca que los proveedores tengan los datos más precisos de especificaciones lo que permitirá a su vez optimizar la producción de baterías, mejorando la calidad, el rendimiento y también el precio de fabricación. La producción de baterías en Parsdorf se realizará en etapas dada las complejas tecnologías involucradas en el proceso. Las baterías fabricadas en las instalaciones no tendrán como objetivo principal el empleo en vehículos, sino que permitirán mejorar todo el proceso productivo.
La primera de las etapas arranca este mismo otoño. En la fase inicial se instalarán y pondrán en marcha los sistemas para la producción de electrodos. Durante esta etapa las materias primas como el grafito y los óxidos de níquel se combinan para posteriormente quedar recubiertas por láminas metálicas antes de ser comprimidas en un paso final. La segunda etapa comprende la instalación de los sistemas y el posterior montaje de las celdas y módulos de baterías. Todo el proceso tomará alrededor de un año. Se espera que una vez completada esa etapa, la producción de baterías se estandarice, pasando a una operación regular.
Markus Fallböhmer, director de producción de motores E-Drive del Grupo BMW, ha destacado la importancia del CCMC: "Nos permitirá completar nuestro conocimiento a lo largo de la cadena de valor, desde el desarrollo de celdas de batería hasta la producción de módulos y componentes del tren motriz, incluyendo la instalación de baterías de alto voltaje completamente ensambladas en nuestras plantas de vehículos.