BMW sabe de la importancia del mercado chino en su balance de cuentas anual. Tras varios años donde la ausencia de salones ha obligado a las marcas a presentar sus productos de forma individual y discreta, el retorno del Salón de Shanghái ha servido para recuperar el tiempo perdido. La cita china ha permitido lanzar novedades importantes, aunque otras han quedado en un segundo plano. El BMW XM 50e se encuentra en esa segunda categoría. Su presentación ya es oficial, aunque posiblemente no te hayas dado cuenta porque los alemanes no la han anunciado a bombo y platillo.
El XM es un coche muy especial para la Bayersiche Motoren Werke. Fue el autorregalo de la división M por sus cinco décadas de vida. El primer modelo creado y desarrollado por ellos desde el lanzamiento del BMW M1 en los 70. Aunque el formato no convence a todo el mundo, es indudable que es uno de los SUV más deportivos del mundo. Todo en él transmite agresividad, pero ahora, una nueva unidad llega para ofrecerse con un punto de vista más conservador.
Partiendo de la base de que no hay nada en el XM que no destaque, la versión 50e llega para colocarse como la versión de acceso a la familia XM. Por encima de él están el XM de 653 caballos y el XM Label Red, que estira el rendimiento hasta los 748 caballos de potencia. Es el modelo de calle más potente jamás fabricado por BMW. Más incluso que el recién presentado BMW i7 M70 con 660 caballos de poderosa fuerza eléctrica. Su lanzamiento también se ha realizado en la muestra asiática, pero, a diferencia del XM, sí que se ha anunciado a los cuatro vientos.
Está claro que los de Múnich quieren vender su SUV más destacado como el paladín del rendimiento superlativo, pero la versión de acceso ofrece datos más mortales. Emplea un esquema híbrido enchufable basado en un motor de gasolina turboalimentado de seis cilindros y tres litros que se combina con un motor eléctrico y una batería de iones de litio con 22,1 kWh de capacidad. El conjunto desarrolla 475 caballos de potencia y 700 Nm de par motor gestionados por una caja de cambios Steptronic de 8 velocidades. La fuerza se reparte entre los dos ejes, incluyendo un diferencial M xDrive específico.
Con las cifras sobre la mesa, el XM 50e será un poderoso SUV con el que poder echar buenos ratos de conducción, pero sus datos descafeinados hacen que se diluya la imagen de agresividad que BMW busca con su modelo. Los registros de eficiencia, en cualquier caso, son los mejores de la gama. Con un consumo combinado homologado de 1.5 litros por cada 100 kilómetros y unas emisiones de 34 gramos de CO2 por kilómetro, el XM oficializa una autonomía eléctrica en ciclo WLTP de hasta 84 kilómetros. Su precio también será inferior. Todavía no se ha confirmado, pero es previsible que arranque en cifras próximas a los 150.000 euros.
No cabe duda de que el XM 50e podrá posicionarse como la unidad más vendida de la flota. Su precio no sólo será más competitivo, sino que también ofrecerá rendimiento más que suficiente para el común de los mortales. Sin embargo, no deja de sorprender que BMW haya buscado una unidad descafeinada de su SUV estrella. A pesar de su escandaloso tamaño, el 50e es capaz de acelerar de 0 a 100 Km/h en apenas 5,1 segundos. Es un dato excepcional, pero cuando se compara con los 3,8 segundos que anuncia el Label Red, queda claro que no satisfará a los conductores más exigentes del mundo.