Una empresa estatal rusa explotará el mayor yacimiento de litio del mundo, un lago salado del tamaño de Asturias

Se calcula que el Salar de Uyuni, de unos 10.500 km cuadrados, puede albergar el 30% de las reservas a nivel mundial. Con este proyecto, Bolivia se convertiría en uno de los tres mayores productores del planeta.

El Salar de Uyuni, en Bolivia, es el mayor lago salado del planeta. Foto: Luca Galuzzi.
El Salar de Uyuni, en Bolivia, es el mayor lago salado del planeta. Foto: Luca Galuzzi.
18/09/2024 17:10
Actualizado a 18/09/2024 17:10

Bolivia ha dado un paso decisivo en su ambición de convertirse en un uno de los actores principales en la industria global del litio, tras cerrar un acuerdo de gran importancia con el Grupo Uranium One de Rusia, una compañía propiedad de la corporación estatal Rosatom.

Este acuerdo contempla la construcción de una planta de producción de carbonato de litio en el Salar de Uyuni, uno de los depósitos de litio más grandes y ricos del mundo -según algunas fuentes, el mayor de todos-.

Con una inversión de 976 millones de dólares, el proyecto empleará la tecnología de extracción directa de litio (DLE). Esta tecnología permitirá la producción de hasta 14.000 toneladas anuales de litio para baterías, marcando un hito en la industrialización de las vastas reservas de litio de Bolivia.

Con esa producción anual, Bolivia se colocaría como el tercer mayor productor mundial de litio, sólo por detrás de Australia y Chile, y prácticamente a la par con China.

Con aproximadamente 23 millones de toneladas de litio, Bolivia posee las mayores reservas de litio conocidas a nivel mundial, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos. Sin embargo, hasta ahora no había conseguido industrializarse y explotar sus reservas.

El Salar de Uyuni, en Bolivia, es el mayor lago salado del planeta.
El Salar de Uyuni es el mayor y más alto lago salado del mundo.

El Salar de Uyuni es el lago salado más grande del mundo y la mayor fuente de litio del planeta. Ocupa unos 10.500 kilómetros cuadrados, casi como Jamaica, y actualmente atrae a los turistas por su superficie reflectante, similar a un espejo. Se estima que contiene aproximadamente entre el 10% y el 30% de las reservas conocidas de litio a nivel mundial, aunque las cifras varían según las estimaciones. Algunas fuentes indican que podría albergar hasta el 50% de las reservas totales.

Sin embargo, hasta ahora no se estaba aprovechando su potencial como fuente de litio para baterías, cosa que cambiará a partir de ahora. Ubicada a 3.656 metros de altitud, la planta en el Salar de Uyuni comenzará su producción en la segunda mitad de 2025.

El método DLE, que será utilizado en la planta, se destaca por su menor impacto ambiental, reduciendo la necesidad de insumos químicos en comparación con las técnicas tradicionales de evaporación. Además, esta tecnología promete una tasa de recuperación de litio superior al 80%, una mejora notable frente al 12% que se logra con los métodos convencionales.

Extraer el litio de las baterías puede ayudar a satisfacer su creciente demanda.
El litio juega un papel fundamental en las baterías de vehículos eléctricos.

El acuerdo con Uranium One no es el primer paso en la estrategia de Bolivia para desarrollar su industria del litio. El año pasado, junto con empresas chinas como CBC y Citic Guoan Group, Uranium One fue seleccionada para establecer plantas piloto de DLE en el país. Estas plantas, que se espera evolucionen hacia operaciones industriales a gran escala, son una parte crucial de los planes del gobierno boliviano para exportar 50.000 toneladas de carbonato de litio equivalente cada año. Este objetivo posicionaría a Bolivia como un jugador estratégico en la cadena de suministro global de litio, fundamental para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, luchando de tú a tú con Australia por la primera posición.

A pesar de la magnitud de este avance, el camino de Bolivia hacia la industrialización del litio no ha sido fácil. Desde la década de 1990, el país ha enfrentado desafíos significativos: inestabilidad política, excesiva burocracia y obstáculos logísticos. Para que este acuerdo prospere y se ejecute de manera definitiva, las empresas involucradas deberán navegar por un complejo entramado de regulaciones antes de obtener la aprobación de la asamblea legislativa. Este proceso podría complicarse aún más debido a la fragmentación política del país y las elecciones generales programadas para 2025.

Si este proyecto logra materializarse con éxito, no solo consolidará la posición de Bolivia en el mercado global del litio, sino que también podría incentivar a otras naciones productoras a adoptar tecnologías de extracción más eficientes y amigables con el medio ambiente. Este acuerdo, por tanto, podría marcar el inicio de una nueva era en la producción de litio a nivel mundial.

Sobre la firma
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Diego Gutiérrez

Redactor y probador de Híbridos y Eléctricos, desde 2019 cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.