El Acuerdo de París exige que el calentamiento global se limite a 2 °C por encima de los niveles preindustriales, y preferiblemente a 1.5 °C. Para que eso suceda, el CO₂ fósil emitido por los vehículos de carretera tendrá que reducirse a casi cero en las próximas tres décadas, un desafío desalentador y complejo.
La electromovilidad ahora está cobrando impulso; además, los automóviles eléctricos son tan libres de emisiones como la producción de electricidad que carga sus baterías. También hay que tener en cuenta que alrededor de la mitad de los vehículos que estarán en la carretera en 2030 ya se han vendido, la mayoría con motores de gasolina o diesel.
Los vehículos heredados también deberán desempeñar su papel en la reducción de las emisiones de CO₂. Un camino para lograr esto es con combustibles sintéticos renovables (e-fuel). Bosch describe siete razones por las cuales los combustibles sintéticos renovables deberían ser parte de la combinación de movilidad del mañana:
1. Ya es posible fabricar combustibles sintéticos
Los combustibles sintéticos renovables hace tiempo que abandonaron la fase de investigación básica. Técnicamente hablando, ya es posible fabricar combustibles sintéticos. Primero, aplican la electricidad generada a partir de fuentes renovables para obtener hidrógeno del agua. Luego agregan carbono. Finalmente, combinan CO₂ y H₂ para producir gasolina sintética, diesel, gas o queroseno. El proceso de producción es viable, pero falta capacidad. Tiene que ampliarse rápidamente para satisfacer la demanda. Los incentivos podrían provenir de las cuotas de combustible, compensando los ahorros de CO₂ contra el consumo de la flota y la certeza de planificación a largo plazo.
2. Neutralidad climática
Como su nombre lo indica, los combustibles sintéticos renovables se fabrican exclusivamente con energía obtenida de fuentes renovables como el sol o el viento. En el mejor de los casos, los fabricantes capturan el CO₂ necesario para producir este combustible del aire circundante, convirtiendo un gas de efecto invernadero en un recurso. Esto crea un ciclo virtuoso donde el CO₂ emitido por la quema de combustibles sintéticos renovables se reutiliza para producir nuevos combustibles. Los vehículos en la carretera, cuando funcionan con combustible sintético, son, en última instancia, climáticamente neutros.
3. Infraestructura y tecnología de tren motriz
El proceso Fischer-Tropsch produce combustibles sintéticos renovables que pueden usarse con la infraestructura y los motores actuales. Los expertos los llaman combustibles sintéticos "directos" porque pueden desplegarse sin modificar primero la infraestructura y los vehículos, y tienen un impacto inmediato y ofrecen resultados más rápidos. También se pueden agregar al combustible convencional para ayudar a reducir las emisiones de CO₂ de los vehículos que ya están en la carretera hoy. De esta manera, estos combustibles podrían contribuir a la causa incluso antes de que se incrementen para una producción a mayor escala. Las estructuras químicas y las propiedades básicas de la gasolina permanecen intactas, por lo que incluso los autos antiguos pueden funcionar con gas sintético.
4. Costos
La producción de combustibles sintéticos sigue siendo un proceso costoso. Los combustibles sintéticos renovables serán considerablemente más asequibles cuando se amplíen las capacidades de producción y se reduzca el costo de la electricidad generada a partir de fuentes renovables. Los estudios actuales sugieren que se puede lograr un costo de combustible puro de entre 1.20 y 1.40 euros por litro (excluyendo cualquier impuesto especial) para 2030, y tan poco como un euro para 2050. La desventaja de costo de estos combustibles en comparación con los combustibles fósiles podría reducirse significativamente si el valor se atribuyó a la ventaja medioambiental de los combustibles sintéticos renovables. El hecho de que sean compatibles con la infraestructura actual y la tecnología automotriz les da una ventaja sobre otros sistemas de propulsión alternativos.
5. Aplicaciones potenciales
Incluso en el futuro, cuando todos los automóviles y camiones funcionen con baterías o celdas de combustible, los aviones, barcos y partes del sector de transporte de mercancías pesadas continuarán dependiendo de los combustibles convencionales. Los motores de combustión que funcionan con combustibles sintéticos neutros en carbono son, por lo tanto, un camino crucial para explorar.
6. Recursos
Combustible en el tanque o comida en un plato: esta pregunta no surge con combustibles sintéticos basados en electricidad. Los biocombustibles innovadores, que por ejemplo se producen a partir de materiales de desecho, son útiles; sin embargo, el suministro es limitado. Cuando se utiliza energía renovable, los combustibles sintéticos se pueden producir en cantidades ilimitadas. Se puede generar suficiente energía renovable en todo el mundo para producir combustible que luego se puede almacenar y transportar con relativa facilidad.
7. Almacenamiento y transporte
Los combustibles sintéticos se producen con energía renovable. Este proceso produce un gas o líquido. Y eso hace que los combustibles sintéticos renovables sean un buen medio para almacenar grandes cantidades de energía renovable e incluso transportarla a todo el mundo de manera rentable. Pueden servir como amortiguador para fluctuar la energía solar o eólica o para eludir las restricciones regionales sobre la expansión de la producción de energía renovable. Esto también afecta las calificaciones de eficiencia.
Un automóvil eléctrico compacto cargado en Alemania con electricidad renovable de Alemania convierte alrededor del 60 al 70 por ciento de esa energía de la red en rendimiento de la carretera. Si la electricidad proviene de más lejos y la energía primero debe almacenarse en un medio químico antes de volver a convertirse en electricidad, la eficiencia cae al 20-25 por ciento. Esta es la misma eficiencia que un vehículo que funciona con combustibles sintéticos renovables.