La marca Bosch es de sobra conocida en la mayoría de sectores relacionados con la fabricación, ya sea para un segmento de aficionados al bricolaje o para el mejor de los ingenieros industriales. Es una empresa que está presente en prácticamente todos los puntos de un recorrido de fabricación, y ahora quiere sacar provecho de todo lo aprendido ofreciendo su maquinaria de montaje a otros fabricantes de baterías.
Esta propuesta será ofrecida por parte de Bosch a sus clientes e incluirá el equipo de fábrica para la producción de baterías de una sola fuente, componentes individuales para su mantenimiento e incluso software o una línea de montaje completa. La oferta es muy variada en el aspecto de que cada interesado podrá personalizar el pedido en cuestión, amoldándolo a su necesidad.
El encargado de la instalación de todo este aparataje en las fábricas de los interesados será Webasto. La línea de montaje que suministrará Bosch podrá soldar y pegar las celdas de las baterías fabricadas de forma completamente automatizada. Desde Bosch describen así el proceso: "Los robots ensamblan automáticamente las pilas de celdas en un procedimiento de dos pasos que consiste en tecnología de dispensación y soldadura por láser. Con un concepto de seguridad integral, es posible establecer la conexión eléctrica del módulo de batería mediante un proceso de soldadura láser altamente preciso".
Pero los planes de la empresa alemana no se quedan tan sólo en el ofrecimiento de su maquinaria a terceros, sino que pasa por que su propia factoría de Eisenach, donde ensamblan las baterías de 48 voltios para coches con tecnología mild-hybrid, reciba una inyección económica de 70 millones de euros con los que aumentar la producción de estos dispositivos hasta más del triple del nivel de fabricación actual.
Dentro de las previsiones de la empresa está que la demanda de baterías para vehículos crecerá hasta un 25 por ciento de manera anual, lo que lo convierte en un negocio de obligada acción. Por ello, desde Bosch, están trabajando para poder satisfacer dicha demanda, aumentando la fabricación y reinvirtiendo los beneficios en adquirir nuevas maquinarias y aumentar su factoría.
El objetivo final de Bosch es aumentar el valor de estos dispositivos, generando unos ingresos de 250 millones de euros anuales a partir del año 2025, a partir de la venta o cesión de sus equipos de fabricación de baterías para automóviles. Estas maquinarias podrán fabricar módulos y paquetes de baterías a partir de celdas cilíndricas, prismáticas o de bolsa, realizándolo de una forma parcial o completamente automatizada, según interese a su futuro propietario.
Aunque la marca pone especial hincapié en el ofrecimiento de su maquinaria para los distintos fabricantes de automóviles, o ser los productores de baterías para los mismos, en su punto de mira también se encuentran las recién llegadas empresas de patinetes y bicicletas eléctricas, con las que también esperan entablar buenas relaciones en el marco de suministrarle la maquinaria de fabricación o directamente siendo su productor de baterías. Sin ir más lejos, la propia firma Bosch tiene una factoría en la que produce baterías para bicicletas eléctricas en Miskolc, Hungría.
Como vemos, no sólo existe un mercado emergente dentro de las propias marcas automovilísticas con los coches eléctricos, sino también dentro del segmento que no se ve tanto, el de las propias mecánicas que portan esos vehículos eléctricos. El mercado está actualmente en un momento muy temprano de vida pero, si los rumores son ciertos, es posible que en no muchos años sean un claro ejemplo de dónde había que invertir capital.