Ford ya anunció hace unos años que la planta que poseen en Almussafes, Valencia, recibiría la producción de una nueva plataforma eléctrica. Sin embargo, aquel proyecto se pospuso debido a los recortes en movilidad eléctrica anunciados por la firma meses más tarde. Dicha plataforma debería ser la que cimentase al futuro Mustang Mach-E de nueva generación, además de a otros vehículos cero emisiones. Ahora, a través de una filtración encontrada por Road and Track, conocemos algo más de la futura ingeniería de esta base.
Por el momento, no queda claro qué modelos se asentarán sobre esta nueva plataforma, aunque todo apunta a que estará concebida para alojar diferentes tipos y tamaños gracias a su formación por módulos. Esto le dará unas capacidades propias que hasta ahora no han sido presentadas por la firma del óvalo.
La nueva plataforma para coches eléctricos
En la ya mencionada filtración se presenta una plataforma formada por tres partes principales: dos en los extremos y una central. La primera y tercera parte alojarán el motor eléctrico que dará motricidad a las ruedas. De ello dependerá si el coche en cuestión es tracción total, delantera o trasera, facilitando así la labor de acoplar un bloque en un determinado lugar del chasis. La parte central servirá para alojar los módulos de batería.
La patente presentada por Ford Global Technologies ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO) añade la siguiente descripción: “Chasis de vehículo con paquetes de rendimiento intercambiables y métodos relacionados”. Aunque no ha salido a la luz hasta hace unos días, esta patente cuenta con una fecha de presentación de abril de 2021, lo que permite deducir que la marca ya ha podido trabajar con esta plataforma desde entonces.
El documento continúa describiendo este componente como “una plataforma de vehículo eléctrico que se puede fabricar para servir a diferentes modelos mediante varios diseños de subchasis delantero y trasero”. Cada uno de los bastidores de los extremos lleva un motor y un equipamiento de suspensión propios. Al ser intercambiables, la marca incorporará motores más o menos potentes o suspensiones más o menos rígidas en función del modelo al que se destine, pudiendo así facilitar significativamente las labores de ingeniería.
Las posibilidades que proporciona esta plataforma son casi infinitas, pues ha sido diseñada para que se pueda instalar desde un vehículo utilitario hasta una pick-up mediana o un modelo de altas prestaciones. También repercutirá en un coste de producción significativamente inferior al de la plataforma actual, que no es más que una adaptación de la utilizada en modelos térmicos. La futura plataforma será exclusiva para coches eléctricos y será “más barata y más fácil de montar”, según apuntó Jim Farley, CEO de Ford, hace unos meses.
Si los planes siguen su cauce actual, el lanzamiento de esta plataforma debería darse alrededor del año 2026, aunque lo mejor será esperar hasta que exista un comunicado oficial al respecto. Tampoco se sabe a ciencia cierta qué modelo cimentará en primer lugar, ya que la hoja de ruta de Ford está significativamente completa de cara a los próximos años.
