El fabricante de vehículos de lujo Cadillac lleva una década en la cuerda floja. A pesar de los buenos resultados obtenidos en China en 2018, la firma estadounidense volvió a registrar pérdidas por tercer año consecutivo en las ventas en EEUU. Mark Reuss, presidente de General Motors, dijo recientemente que el grupo al que pertenece Cadillac tiene "otra oportunidad"para la marca de lujo en referencia a la plataforma BEV3, la arquitectura con la que Cadillac fabricará su primer coche eléctrico y que llegará al mercado en 2021.
Steve Carlisle, presidente de Cadillac, también avanzó que la estrategia de la compañía es renovar "uno a uno" los modelos de la marca para convertirlos en versiones completamente eléctricas dentro de tres años. El plan de Cadillac es aprovechar su relativo éxito en el mercado chino, el que mayores beneficios dio a la firma en el ejercicio de 2017.
Cadillac también ha renovado su panel directivo. En primer lugar, buscó perfiles más independientes de las oficinas centrales de Detroit. Según Carlisle, uno de los "patrimonios" de la compañía es el perfil humano, para lo que se tomó la decisión de trasladar las oficinas de Cadillac a Nueva York. El objetivo del nuevo directivo es hacer que sea uno de los grandes competidores globales siguiendo iniciativas parecidas a las que ya han tomado Tesla, Mercedes-Benz o BMW.
Con la nueva plataforma BEV3, Cadillac espera lanzar 20 nuevos vehículos completamente eléctricos, ya sea de baterías o de celdas de combustible, para 2021. La directora general de General Motors, Mary Barra, ha establecido un objetivo de ventas de vehículos eléctricos para 2026 de un millón de unidades. La mayoría de ellos se venderán en China, que establece cuotas mínimas de producción para los vehículos de Nueva Energía. Las ventas de General Motors en el mercado chino aumentaron un 17% en 2018, superando por primera vez en su historia, las 200.000 unidades entregadas.
