Conforme se van perfeccionando los sistemas de ayuda a la conducción, se va estando un pasito más cerca de la conducción autónoma. Actualmente ya hay sistemas muy conseguidos que trabajan muy bien manteniendo el coche en el carril de manera activa -actuando sobre la dirección-, con cámaras que reconocen señales de tráfico incluso en condiciones de baja visibilidad y asistentes que adecuan nuestra velocidad y distancia respecto al coche precedente de manera intachable en los algunos casos. Cada marca llama a sus asistentes de una manera, pero entre todos ellos el más conocido quizá sea el famoso Autopilot de Tesla. Hemos estado investigando para descubrir el arsenal de cámaras, sensores y radares necesario para que funcione el Autopilot (y algunas funciones más).
Porque, efectivamente, el Autopilot no es ni un sistema de conducción autónoma total ni un piloto automático en el que confiar toda la conducción -por mucho que Tesla quiera insistir en ello-. No obstante, a día de hoy quizá sea el sistema (o conjunto de sistemas) de asistencia a la conducción más avanzado que se monta en un coche.
El pasado de mes de abril, Tesla anunció un nuevo hardware para el Autopilot cuarenta veces más potente que el anterior. Este chip lo montan ya todos los modelos de la marca y es capaz de procesar 2.300 frames por segundo y realizar 144.000 millones de operaciones por segundo. Y enseguida entenderéis por qué se necesita una capacidad de cálculo tal.
Un radar, ocho cámaras y doce sensores: los ojos de un Tesla
La cifra anterior puede parecer muy abultada (de hecho lo es), pero es necesaria cuando tienes que procesar toda la información recibida del entorno mientras se circula por la carretera: calzada, líneas de carril (cuando las hay), señales de tráfico, vehículos, ciclistas, peatones, obstáculos varios...
Conjunto de cámaras, sensores y radares de un Tesla.
Para intentar tener cobertura de lo que sucede alrededor, los Tesla equipan ocho cámaras que ofrecen una visión de 360 grados alrededor del vehículo con un alcance de hasta 250 metros. Y como podéis imaginar, no todas tienen la misma misión ni sirven para lo mismo.
Cámaras delanteras: principal, visión amplia y de largo alcance
Para ver lo que ocurre por delante del coche, hay tres cámaras delanteras montadas tras el parabrisas: una principal, una cámara de visión amplia y otra de visión más estrecha y largo alcance para los objetos más distantes. La cámara principal es la más polivalente y cubre una variedad de usos para diversos casos. Digamos que es un punto intermedio entre la cámara amplia y la de largo alcance, y su visión alcanza los 150 metros.
La cámara amplia tiene una lente ojo de pez de 120 grados y es particularmente útil en maniobras realizadas a baja velocidad en entornos urbanos. Esta cámara es la encargada de reconocer los semáforos y las señales de tráfico, los obstáculos que aparezcan en el camino y los distintos objetos del entorno en una distancia máxima de 60 metros.
Hay 3 cámaras situadas tras el parabrisas: una principal; una de largo alcance y ángulo estrecho; y otra de ángulo amplio.
La cámara delantera estrecha, por su parte, tiene un menor ángulo de visión pero es capaz de reconocer obstáculos a 250 metros por delante del coche. Ofrece una vista más centrada a mayor distancia que las otras cámaras, haciéndola útil a velocidades altas (por ejemplo, para reconocer los coches precedentes en la autopista).
Cámaras laterales apuntando hacia delante y hacia atrás
Vigilando los flancos del vehículo encontramos cuatro cámaras más: dos cámaras laterales que apuntan hacia delante, y otras dos que apuntan hacia detrás. Las cámaras laterales con vista frontal tienen un ángulo de visión de 90 grados y un alcance de 60 metros, y su cometido es detectar los vehículos que se meten en nuestro carril en la autovía o autopista, por lo que son muy importantes para el buen funcionamiento del Autopilot. Además, también aportan información a la computadora central cuando entramos a intersecciones con poca visibilidad, lo que redunda en mayor seguridad.
Cámara lateral apuntando hacia atrás, situada en la aleta delantera del coche.
Las cámaras laterales con visión hacia atrás se encargan de supervisar los puntos ciegos traseros a ambos lados del vehículo, un parte vital para el sistema de aviso de vehículo en el ángulo muerto y podamos cambiar de carril o incorporarnos al tráfico con total seguridad. También son las cámaras que han cazado ya a más de un canalla dañando el coche ajeno. Pueden ver a una distancia máxima de 100 metros, la longitud aproximada de un campo de fútbol.
Cámara de visión trasera
Hasta hace no mucho, la función de esta cámara se reducía simplemente a facilitar las maniobras marcha atrás ofreciendo una imagen de la parte trasera. Sin embargo, con la nueva actualización de hardware se le ha dotado de una óptica mejorada y ahora forma parte también de la suite del Autopilot.
La cámara de visión trasera, que tiene 50 metros de alcance, ahora echa también una mano con la función 'Smart Summon', gracias a la cual el coche puede desplazarse de manera totalmente autónoma por aparcamientos y entornos similares maniobrando según sea necesario. Un sistema que ha tenido que ser actualizado al poco de lanzarse después de haber generado algunas dudas debido a su errático comportamiento.
Radar y sensores ultrasónicos
Llegando al final, aunque no por ello es menos importante, tenemos un radar en la parte frontal. Este aparato es el segundo con mayor alcance de visión en el coche, hasta 160 metros, y su importancia es crucial ya que permite detectar otros vehículos y objetos delante de nosotros aunque haya niebla, polvo, lluvia intensa o nieve -circunstancias adversas que dificultan mucho el trabajo de las cámaras-.
El radar es fundamental también para informar al sistema de la distancia a la que se encuentran los coches precedentes y su velocidad relativa respecto a nosotros, dos pilares básicos para el funcionamiento del control de crucero adaptativo. En algunos modelos del mercado, un radar equivalente se puede ver a simple vista en el paragolpes delantero o semi camuflado en la parrilla frontal.
Rango de acción de los 12 sensores ultrasónicos.
Por último, los sensores ultrasónicos del coche. Hay doce de ellos y tras la última actualización de hardware tienen más sensibilidad y el doble de rango de visión (un máximo de 8 metros). Detectan objetos sólidos y blandos y sirven tanto como sensores de aparcamiento como para detectar vehículos cercanos cuando se pasan a nuestro carril.
Con todo, este arsenal tecnológico forma parte no sólo del Autopilot (por el que hay pagar 6.400 euros para desbloquear todas sus funciones), sino también del equipamiento de seguridad activa de serie. Entre estos hay que incluir el sistema de frenado de emergencia automático para prevenir colisiones o atropellos; la alerta de colisión lateral; la advertencia de choque frontal; o el cambio automático de luces de cruce/largas.