Las furgonetas y camiones eléctricos puros a batería y los camiones preparados para hacer uso de las carreteras eléctricas no serán competitivos en comparación con vehículos de combustión interna hasta 2025, mientras que en el caso de vehículos de pila de combustible la competitividad no llegaría hasta el 2030, según un análisis realizado por Cambridge Econometrics y presentado por la Federación Europa de Transporte y Medio Ambiente (Transport & Environment) en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Si bien el informe reconoce que una rápida transición a los sistemas de propulsión basados en tecnologías de cero emisiones puede reducir "muy sustancialmente" las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la flota de transporte de mercancías por carretera, para garantizar el cumplimiento del objetivo de neutralidad climática en 2050 para este sector no bastará con asegurar el fin de la venta de furgonetas con motores de combustión interna en 2035 y de camiones con esa tecnología en 2040, sino que se necesitará establecer un adelanto de dichas fechas o medidas adicionales centradas en la reducción anticipada del uso de ese tipo de vehículos contaminantes.
En este punto, el análisis sugiere la aceleración en el despliegue de la infraestructura de recarga de alta potencia para camiones cero emisiones e iniciar "inmediatamente" el proceso de planificación de dicha infraestructura para no encontrarse con cuellos de botella en el despliegue de los puntos de recarga en la segunda mitad de esta década.
"No será posible conseguir la descarbonización total del transporte de mercancías sin apostar por las tecnologías cero emisiones en camiones y furgonetas", advierte el responsable de políticas de transporte de mercancías de T&E, Carlos Bravo.
Asimismo, Bravo lamenta que en España hay un gran desfase entre las políticas actuales y las que serían adecuadas para dotar al sector de una trayectoria coherente para lograr ese objetivo.
De hecho, el informe sostiene que en España, el sector transporte es el que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero (un 29,1% del total en 2019, según datos oficiales), siendo achacables al transporte de mercancías por carretera un 9,8% del total nacional. Es por ello que con las políticas actuales, España no lograría la descarbonización total del transporte de mercancías por carretera en 2050, según el estudio.
El informe de Cambridge Econometrics destaca que los vehículos convencionales con motor de combustión interna serán cada vez menos competitivos a lo largo de su vida útil en comparación con sus equivalentes eléctricos, con el resultado probable de que los transportistas apostarán cada vez menos por aquellos.
De su lado, la principal incertidumbre para poder determinar un posible adelanto en el tiempo de los resultados del estudio con respecto a los diferentes escenarios, es la mayor o menor rapidez con la que las tecnologías (baterías, sistemas de carreteras eléctricas y células de combustible) y combustibles (hidrógeno verde) con cero emisiones de carbono puedan bajar de coste, así como la evolución del incremento esperado de los costes de los combustibles fósiles (diésel, gasolina, gas natural), ahora disparados a causa de la invasión rusa de Ucrania, utilizados por los vehículos con motor de combustión interna.
Es por ello que T&E subraya que una adecuada regulación a nivel europeo y estatal "es crucial" para avanzar de forma rápida y segura en la senda de la descarbonización del transporte de mercancías por carretera.
En este punto, Carlos Bravo ha defendido que la discusión del actual Anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible abre en España "un amplio abanico de posibilidades de mejora en ese ámbito".
Por último, la federación ha propuesto establecer un objetivo intermedio ambicioso de CO2 de al menos el 30% para 2027 y aumentar "significativamente" el objetivo de reducción de CO2 de 2030, con el fin de garantizar una reducción significativa de las emisiones en todo el mercado antes de esa fecha y asegurar que el suministro de vehículos de cero emisiones se incrementa ya en la década de 2020.