Los camiones propulsados por gas natural licuado (GNL) no son mejores para el clima que los camiones diésel convencionales y contaminan el aire mucho más de lo que afirman los fabricantes, según indican nuevas pruebas independientes, encargadas por Transport & Enviroment (T&E).
Los ahorros de emisiones del camión de gas en el tubo de escape son "insignificantes", según la Universidad Técnica de Graz, que realizó pruebas de CO2, metano y óxido nitroso. T&E analizó la ventilación de metano y las emisiones de gases de efecto invernadero. Durante un período de 100 años, cuando el metano es mucho menos potente, el camión de GNL emite solo un 7,5% menos que el diésel.
El análisis de T&E también encontró que alimentar los camiones europeos con gas renovable no es una opción. La demanda de biometano en los seis países europeos más grandes superaría con creces la cantidad disponible, incluso con generosos subsidios.
Los camiones de GNL también son "peor" por las emisiones de partículas que causan cáncer. En las pruebas, un camión de GNL emitió 37 veces más partículas ultrafinas (NP), que penetran profundamente en el cuerpo y están relacionadas con tumores cerebrales, que el diésel. Y aunque el camión de gas se desempeñó mejor que el diésel en cuanto a emisiones de NOx, no generó los ahorros del 90% que afirman los fabricante.
Por último, T&E pidió a los gobiernos y eurodiputados que rechacen la propuesta de la UE para que los países continúen instalando estaciones de combustible de GNL bajo la ley de Infraestructura de Combustible Alternativo. Los estados miembros de la UE, como Alemania e Italia, también deberían poner fin a la renovación de su flota y a los incentivos de compra para camiones de GNL.
El año que viene, según T&E, la UE debería fijar la fecha en la que todos los camiones nuevos deban ser cero emisiones cuando se revise la ley de emisiones de camiones.