La industria de coches eléctricos chinos está creando mucha expectación dentro del mismo sector de occidente. Tanto es así que muchas ya han afirmado que la ‘amenaza’ proveniente de China es todo un golpe sobre la mesa para este mercado, pues, por lo general, sus precios son bastante más económicos y sus productos están bastante bien logrados. Esto ha sido, en parte, una consecuencia por la que la Unión Europea ha implantado los conocidos aranceles a la importación de estos: para la “igualdad” de condiciones de las marcas europeas y las chinas.
Estas mencionadas firmas chinas, según la investigación llevada a cabo por la Unión Europea, reciben un elevado apoyo económico por parte de el gobierno estatal para su expansión a otros territorios ajenos al país. Sin embargo, las europeas cada vez se ven más solas en este aspecto, pues muchos estados están retirando o retirarán pronto las ayudas a la compra de coches eléctricos, algo que les afectará de forma directa, tal y como ha sucedido en Alemania.
El canciller alemán se pone de parte de su propia industria
Sin embargo, el propio canciller alemán, Olaf Scholz, tal y como afirman desde Reuters, durante la inauguración de la nueva fábrica de Mercedes-Benz para el reciclaje de baterías, afirmó lo siguiente: “Algunos dicen que China puede hacerlo mucho mejor que nosotros con los motores eléctricos. Pero las empresas alemanas no deben tener miedo de esta competencia china. Nuestra industria ha resistido una fuerte competencia de Corea del Sur y Japón en el pasado y salimos indemnes de esto. Volverá a suceder lo mismo en los próximos años con los provenientes desde China”.
A todo esto, Scholz también tuvo tiempo de hablar de los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos, los cuales no tardó en calificar como “perjudiciales para nuestra industria”. Recordemos que Alemania votó negativamente a la adopción de este impuesto. A cambio, el canciller afirma que “la UE debería emplear tales medidas en los sectores donde el dumping y los subsidios realmente ponen a los productores europeos en seria desventaja, como en la industria del acero, por ejemplo”, añadió.
No obstante, pese a las palabras de ánimo y apoyo de Scholz a la industria alemana, lo cierto es que en los últimos meses sí está sufriendo algunos varapalos importantes. Hace sólo unas semanas salió a la luz que el Grupo Volkswagen no descarta la posibilidad de cerrar algunas de sus fábricas europeas próximamente. También Mercedes-Benz está sufriendo una importante caída del 13% en las ventas de sus productos en China (uno de sus mercados principales).
A esto afectará significativamente los aranceles de la Unión Europea, puesto que la industria alemana obtiene, al menos, un tercio de sus ganancias a través de China, ya sea vendiendo su producto allí u obteniendo otros tipos de beneficios con el país, como la obtención de materias primas fundamentales. Sobre esto último, Mercedes-Benz, a través de la apertura de su nueva factoría de reciclaje, espera ahorrar una importante cantidad económica anual.