Candela tiene como objetivo aumentar la autonomía de sus embarcaciones eléctricas. Tras la presentación del C-Pod, el motor eléctrico más eficiente del mundo, cuya finalidad principal era instalarse en barcos eléctricos de hidroala, la empresa sueca ha hecho realidad su primera aplicación práctica. El C-8 ya ha realizado su "vuelo inaugural" sobre el agua y el fabricante ha querido mostrar este importante hito en un vídeo. En él presume de haber desarrollado el barco eléctrico con mayor autonomía del mundo gracias a la eficiencia de su motor y a que es capaz de "sobrevolar" por encima de las olas gracias a las alas retráctiles que rodean la quilla.
El sector marino presenta muchas dificultades técnicas para su electrificación. Es necesaria mucha energía para poder atravesar el agua que ha de ser almacenada en baterías de litio. Pero estas, en un peso equivalente, solo transportan un 2 % del contenido de energía que la gasolina. Por lo tanto, los barcos eléctricos tienen muy limitada su autonomía si recurren a un diseño tradicional.
Por eso Candela ha recurrido al sistema de hidroalas en sus embarcaciones eléctricas. El objetivo no es otro que reducir el rozamiento del agua sacando el casco del agua. Implementado primero en el C-7, y ahora en el C-8, que ha tenido un desarrollo vertiginoso desde que se anunció, elimina hasta el 80 % de la resistencia que ofrecería un diseño convencional. Esta tecnología, que se remonta a 1919, se basa en el mismo principio físico que un avión (Bernouilli), pero en un medio líquido, que es aproximadamente 1.000 veces más denso que el aire.
La velocidad de "despegue" del C-8 es de 16 nudos (29,6 km/h). A partir de ahí se eleva hasta que nada más tocan el agua tres puntales de carbono. Por debajo de la superficie, los dos delanteros están unidos por una lámina en forma de ala. En la parte trasera se sitúa la unidad de propulsión eléctrica "C-Pod", en forma de torpedo con alas, que se extienden desde los lados. Las láminas son retráctiles de tal forma que cuando la profundidad del agua es escasa es posible levantar el motor fuera del agua por completo.
El C-Pod genera 45 o 50 kW de potencia (60 - 67 CV), que impulsa esta embarcación de 1.605 kilogramos de peso y 8,5 m de eslora a velocidades de hasta 30 nudos (55,6 km/h) gracias a esa reducción extrema de la resistencia. A una velocidad de crucero de 20 nudos (37 km/h), Candela afirma que es posible recorrer hasta 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) con una sola carga de una batería relativamente humilde de 44 kWh de capacidad.
Según la empresa sueca esta autonomía es entre "dos y tres veces más que las lanchas rápidas eléctricas convencionales con baterías un 300 por ciento más grandes". Candela presenta el C-8 como una embarcación para realizar cruceros de un día. Aporta algunos beneficios adicionales sobre los barcos tradicionales. El primero es el silencio total en el que navega y el segundo la capacidad de navegar sin dejar mucha estela detrás de ella. Además incluye un piloto automático que funciona mediante un sistema de dirección fly-by-wire que mantendrá el rumbo establecido sin necesidad de mantener las manos en el timón. El controlador de vuelo emplea diferentes tipos de sensores que miden la posición, la velocidad y la aceleración del barco con seis grados de libertad, creando una experiencia de navegación segura, precisa y estable. El software de control ha sido puesto a punto tras 10.000 horas de simulaciones, iteraciones de diseño y pruebas en el mar. Candela asegura y muestra en su vídeo un viaje placentero y suave aunque el bote navegue sobre aguas agitadas.
El C-8 está diseñado para ofrecer la experiencia de lujo que muchos propietarios tradicionales de lanchas rápidas esperan. Incluye una cama solar grande, una cabina para dos adultos y dos niños y un baño con ducha. Su precio inicial es elevado, 290.000 euros, pero a cambio ofrece múltiples beneficios y un ahorro considerable en combustible y mantenimiento durante toda su vida útil. Mientras que muchos motores marinos de combustión interna requieren pasar por taller cada 100 horas de funcionamiento o menos, el C-POD puede funcionar durante 4000 horas sin necesidad de supervisión.
La empresa ha recibido ya 100 pedidos en firme para el C-8, lo que "supera en ventas a la mayoría de los otros barcos ICE de 28 pies en la categoría premium". Los titulares de los pedidos anticipados aún tendrán que esperar unos meses más para que comience la producción completa y las entregas de las primeras unidades.