La electrificación del sector automovilístico ha tomado el testigo de los SUV de combustión para expandir la oferta de este tipo de vehículos. La disposición de la batería en la parte inferior y los motores en los ejes aprovechan las ventajas de esta estructura, para aumentar el espacio interior. No obstante, plantea un inconveniente: la reducción de la eficiencia debido a un diseño aerodinámicamente limitado. Los fabricantes están buscando equilibrar los aspectos positivos y negativos de estas estructuras en sus nuevos modelos.
El lanzamiento del Renault Scenic E-Tech y el Peugeot e-3008, con pocos días de diferencia, permitió hacer una comparación rápida desde la distancia que dan dos modelos que todavía no están a la venta, ya que llegarán a los concesionarios a principios de 2024. Además del factor emocional, que influye en la compra de un modelo por impulso, preferencias estéticas o lealtad a una marca, las diferencias entre ambos podrían ser determinantes para inclinar la decisión en una dirección u otra. Se trata de dos SUV eléctricos muy distintos. El de Losange tiene como objetivo ser una opción más compacta y asequible con un diseño más clásico, mientras que su rival de la marca del león hace gala de un carácter más agresivo y unas sensaciones y prestaciones más deportivas.
El tercero en discordia, a caballo entre EE.UU y Alemania
El enfoque diferente de estos dos SUV recuerda otra novedad en este segmento que también llegará en 2024: el próximo Ford Explorer, cuya concepción se acerca más a la del Scenic E- Tech. Si este hereda el nombre de una exitosa línea de monovolúmenes con motores de combustión interna, el otro emplea un nombre asociado a la carrocería de un todoterreno de más de cinco metros de longitud.
En los dos casos, tanto el Scenic como el Explorer han optado por desmarcarse de sus predecesores. Ambos comparten una silueta bastante convencional con una parte trasera vertical, alejada del estilo cupé que, por ejemplo, presenta el E-3008. El modelo francés se ha revelado como el más radical hasta la fecha. Ha abandonado su formato histórico para unirse a la creciente moda SUV. En el proceso, ha adoptado los códigos estéticos de Losange, cuyo diseño está ahora dirigido por Gilles Vidal, ex trabajador de Peugeot: unas formas mucho más angulosas y agresivas, con faros muy expresivos, luces diurnas LED características y una prominente parrilla adornada con pequeños detalles en forma de diamante.
Su contrincante es más discreto. Los faros mantienen algunas de sus curvas y están conectados por una franja negra, una disposición que está presente también en la zaga. En comparación con la generación anterior del Explorer, sí conserva rasgos de su predecesor, especialmente en su perfil. Sin embargo, su mayor diferencia va por dentro. Resulta difícil imaginar que este diseño está basado en la plataforma MEB del Volkswagen, la misma que sustenta el ID.4.
Dimensiones contenidas y buena habitabilidad
El nuevo Scenic ha crecido seis centímetros en comparación con la versión corta de su predecesor, pero es 16 cm más pequeño que el Grand Scenic. Lo del Explorer es mucho más significativo. Ha reducido su longitud en casi 50 cm con respecto al gran SUV estadounidense del que toma su nombre (y que continuará vendiéndose allí).
Ambos presentan la misma longitud, con una diferencia de apenas un centímetro. El modelo francés también ofrece una altura que está por debajo de la media y tiene una distancia entre ejes dos centímetros más larga. Más concretamente, el Scenic mide 4.470 mm de largo, 1.860 mm de ancho y 1.570 mm de alto, con una batalla de 2780 mm. Por su parte, el Explorer mide 4.460 mm de largo, 1.870 mm de ancho y 1.600 mm de alto, con 2.760 mm entre sus ejes. A pesar de estas diferencias, no hay una gran disparidad en la habitabilidad.
Similitudes en el puesto de conducción
Instrumentación digital y una pantalla central de grandes dimensiones en formato vertical. Un volante de tres radios de forma ovalada con la palanca de cambios detrás y salidas de aire alargadas. Hasta aquí las similitudes entre ambos SUV.
Pero también hay diferencias. El Scenic hereda el diseño del Austral, el Espace, el Rafale y el Megane E-Tech, con dos paneles de 12 pulgadas dispuestos en forma de L. Los acabados de alta calidad utilizados evidencian la apuesta de Renault por subir el nivel de sus coches que, además, emplean numerosos materiales reciclados. La interfaz multimedia ha sido desarrollada en colaboración con Google, lo que garantiza estar siempre actualizada e incluso sincronizada con el móvil.
En el Explorer, Ford ha hecho desaparecer prácticamente todos los botones físicos (mientras que Renault ha optado por conservar algunos, en particular los controles del aire acondicionado). En cuanto a la instrumentación digital, el Explorer es muy minimalista, de manera muy similar a la gama Volkswagen ID. La mayor parte del control recae en la pantalla central de 15 pulgadas controlada por una interfaz Sync Move "inspirada en los teléfonos inteligentes" y que puede inclinarse más de 30 grados, revelando un espacio de almacenamiento oculto.
Ambos SUV están bien dotados en cuanto a huecos, para que los usuarios de los asientos delanteros se puedan vaciar los bolsillos de llaves, carteras, teléfonos y gafas.
Maleteros para toda la familia
Los volúmenes de los maleteros son 545 litros para el SUV francés y 500 para el americano. Aquí el Scenic tiene una clara ventaja, independientemente de la configuración. Aunque ha perdido la capacidad de deslizamiento longitudinal del asiento trasero, el SUV de Renault es el único que se puede plegar en tres partes para llegar a los 1.670 litros. Además cuenta con un reposabrazos central llamado Ingenious, equipado con soportes para tablets y teléfonos inteligentes. Sin embargo, al igual que en el Megane E-Tech, los respaldos forman un escalón cuando están abatidos.
Por otro lado, el área de carga del Explorer puede resultar más práctica para cargar objetos pesados y voluminosos cuando sea necesario. Su trampilla para esquís también ayuda a compensar la presencia de un banco dividido 1/3-2/3 que permite alcanzar los 1.400 litros. Por lo tanto, la superioridad numérica del Scenic no es tan contundente como sugieren las cifras.
Potencia y prestaciones: lo sabremos en unos meses
A diferencia del Peugeot e-3008, que utiliza una plataforma multienergía que admite varias tecnologías de propulsión, el Scenic y el Explorer utilizan una plataforma dedicada exclusivamente a vehículos eléctricos. En el caso de Renault, es la CMF-EV, la misma que se utiliza el Megane E-Tech y el Nissan Ariya y, por lo tanto, el motor está ubicado en la parte delantera.
Una diferencia importante con las versiones de tracción trasera del Explorer que utiliza la plataforma MEB del grupo Volkswagen fruto de la asociación de ambos fabricantes, con el motor situado en el eje posterior. De hecho, este Explorer europeo es en realidad un falso americano. Se fabricará en Colonia, Alemania y estará disponible también en versiones con tracción total y dos motores.
El lanzamiento del SUV de Ford ha sido pospuesto hasta el verano de 2024, por lo que, hasta el momento, no se han revelado detalles sobre sus potencias, baterías ni una estimación de precios.
El del Scenic E-Tech está previsto para febrero o marzo de 2024. Renault ha sido más comunicativo con las especificaciones. Estará disponible en dos versiones. Una versión de autonomía estándar con 170 CV (125 kW) y una batería de 60 kWh, con una autonomía de 420 km en ciclo WLTP. La segunda versión con 162 kW (220 CV) y una batería de 87 kWh la elevará hasta los 620 km. Los precios oficiales se anunciarán a finales de 2023. Según la información disponible, el precio de la versión de entrada estará en torno a los 40.000 € en la versión con la batería pequeña y de los 50.000 € para la opción con mayor batería.