Uno de los elementos que puede suponerse como un dispositivo que a largo plazo a buen seguro será reemplazado, ese es el cable de carga de los vehículos eléctricos. Muchos son los estudios de ingeniería que hacen presente que el futuro de la recarga de estos coches será inalámbrico. De hecho, la empresa de ingeniería de carga Char.gy está llevando a cabo unas primeras pruebas de esta tecnología sobre el suelo de Reino Unido.
Llegar, aparcar el coche eléctrico en la calle y al día siguiente contar con una batería completamente cargada sin necesidad de enchufarlo en ningún puesto de recarga. Esta es la idea que ilustran los estudios de diversas empresas tecnológicas a día de hoy. De conseguir verse implementada, eliminaría el paso de enchufar el coche a un puesto de carga e interaccionar con el mencionado punto. En algunas ciudades ya hemos podido ver como se han implementado soluciones similares sobre, por ejemplo, una autopista, la cual recargaría el vehículo eléctrico en cuestión mientras circula sobre ella. Este es un método parecido aunque mucho más estable, tanto por tiempo, como por la propia recarga en sí.
Esta es una tecnología que, de ser implementada tal y como plantean sus creadores, eliminaría el desafío de proporcionar una infraestructura externa que recargue los vehículos. Se ubicaría bajo el propio asfalto y pasaría completamente inadvertida de los transeúntes que por allí circulen, eliminando así obstáculos del acerado y su posibilidad de tropiezos con los propios cables de los coches. La mencionada empresa Char.gy, tiene como misión buscar las soluciones necesarias para crear estaciones de carga públicas omnipresentes, de modo que los hogares que no tengan la posibilidad de instalar un Wallbox igualmente puedan poseer y operar un vehículo eléctrico.
Esta tecnología eliminará los puestos de carga y los cables conectores.
A día de hoy se han presentado numerosas tecnologías que se acogen a enchufar el vehículo en cuestión a farolas o postes de luz sobre la vía urbana, pero pocos del tipo inductivo como si pretenden los ingleses, aunque sí hay varias marcas estudiando su incorporación futura en sus vehículos. Con la incorporación de esta tecnología, los vehículos deberían comenzar a equipar una plataforma de carga por inducción, ya fuere como elemento original del propio coche o como una actualización por parte de terceras empresas. Su utilización es óptima a todos los niveles, ya que únicamente requiere de que el conductor estacione correctamente su vehículo sobre la base de carga.
La primera prueba pública se lanzó recientemente sobre el pueblo de Marlow, el cual pertenece al condado de Buckinghamshire, en Reino Unido. Para ello se empleó la tecnología de carga inductiva de baja potencia proporcionada por IPT Technology, así como vehículos convenientemente adaptados para poder acoger este nuevo sistema de recarga. Dichos vehículos están disponibles para alquiler a través de la plataforma de Hiyacar, la cual ha instado al público a contratar los servicios de sus vehículos durante algunos días por un coste irrisorio para así proporcionar todo el feedback pertinente sobre su experiencia de uso.
Detrás de esta innovación se encuentra la propia Oficina de Vehículos de Cero Emisiones Cero e Innovación de Reino Unido. Tras su financiación se espera que este paso ayude a politizar el uso y la adquisición de vehículos eléctricos en los próximos años, logrando alcanzar la meta de cero emisiones para el año 2035. Estos son los primeros pasos en una tecnología que promete ser el auténtico futuro para la recarga del vehículo eléctrico personal. Las próximas etapas del proyecto de investigación y desarrollo de esta estación de recarga será la de llevar a cabo su instalación en otros terrenos, tanto urbanos como en ciertos lugares alejados de los núcleos de población.