La compañía ITT acaba de presentar un nuevo cargador para coches eléctricos que, si a la vista puede parecer como otro cualquiera de su mismo tipo, en realidad es mucho más potente que el resto. Este nuevo cargador tiene refrigeración líquida y es capaz de cargar un coche eléctrico a una potencia de 500 kW, una auténtica locura para la que ni siquiera los coches, o sus baterías, están preparados aún.
El tiempo de recarga de los coches eléctricos sigue siendo una de sus desventajas, uno de los puntos a mejorar en este tipo de coches; un factor que está limitado por el tipo de cargador que utilicemos, la instalación eléctrica y también por el propio coche. No obstante, en el mejor de los casos sigue habiendo una clara desventaja en comparación con los coches de combustión e incluso con los de hidrógeno, en los cuales bastan unos 4-5 minutos repostando para tener varios centenares de kilómetros de autonomía (e incluso un millar, en algunos diésel).
Una intensidad de 500 amperios exige disipar mucho calor
Sin embargo eso puede cambiar, dejando los tiempos de recarga eléctrica muy cerca de los coches convencionales, al menos si tenemos en cuenta solamente la tecnología de los cargadores. Y es que este nuevo cargador refrigerado por líquido es capaz de trabajar a 500 Amperios y 1.000 Voltios, resultando una potencia de carga de 500 kW en corriente continua. Su fabricante asegura que en 3 minutos se puede recargar energía suficiente para recorrer 100 kilómetros, lo que podría cargar una batería con capacidad similar a las actuales en alrededor de diez minutos o menos.
El cargador utiliza un líquido refrigerante dieléctrico (concretamente, el 3M™ Novec Engineered Fluid) que circula desde el cable hasta el conector, proporcionando una gran disipación de calor (muy necesaria cuando se trabaja con tan elevada intensidad de corriente y voltaje). Según la ficha técnica, para un cable de 6 metros se emplea un caudal de líquido refrigerante de 1,5 litros/minuto.
Ahora solamente faltan coches (y baterías) que puedan soportarlo
El conector del cargador está disponible en formatos CCS 1 y CCS 2, aptos para Estados Unidos y Europa respectivamente, tiene un rango de temperatura operativo de -30ºC a 50ºC y una vida útil de 10.000 recargas. ¿El inconveniente de esta tecnología? Que no se puede aplicar en los coches eléctricos, al menos de momento. Actualmente la carga rápida oscila entre los 150 kW y 250 kW, y aunque modelos como el Porsche Taycan pueden -en teoría- cargar a 350 kW, el fabricante alemán ha decidido esperar a 2021 para desplegar todo su potencial.
Antes de poder aumentar la potencia de carga por encima de los 250 kW o 350 kW, los fabricantes han de encontrar, principalmente, la solución para que las baterías puedan soportar tales intensidades en la recarga sin compromenter en exceso la vida útil de las mismas. Y por eso el ITT tiene en su catálogo una amplia variedad de cargadores, desde 2,2 kW de potencia hasta un modelo idéntico al protagonista de estas líneas pero sin refrigeración que alcanza los 150 kW.