Ya se han aprobado los nuevos aranceles que pretenden equilibrar el precio de los coches eléctricos fabricados en China con el resto de los que se venden en Estados Unidos. Una maniobra del Gobierno de Joe Biden y sobre la que Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha opinado al respecto.
Lo hace consciente de que la Unión Europea tiene que tomar también una decisión, ya que también investigan una posible competencia desleal en nuestro continente, pues se entiende el estado chino dio subvenciones en exceso a los fabricantes de vehículos eléctricos en su país de origen.
Tavares cree que "la oferta de coches chinos en el mercado norteamericano es muy limitada", razón por la que algunas marcas ni siquiera han entrado en ese juego, como ocurre con las que conforman Stellantis.
El CEO no ve competencia alguna en ese sentido en Estados Unidos, aunque sí en Europa, que además está llevando la situación "con un enfoque distinto" al que se está dejando ver al otro lado del charco.
Por tanto, entiende que los derechos de importación que se van a aplicar en Norteamérica no son la solución al 'problema' a largo plazo. Recordemos que Biden ha aprobado una subida del 25 al 100% de las tasas a los coches eléctricos llegados desde China. Pero también han aplicado unos aranceles más altos a las baterías de iones de litio, a las piezas de los paquetes e incluso a los metales y minerales que se utilizan en las mismas.
La estrategia de Stellantis está siendo buscar aliados chinos, como Leapmotor, la marca asiática con la que han cerrado un acuerdo para crear una alianza estratégica, lo que se conoce como joint venture.
Carlos Tavares también hace alusión a lo proteccionista que es la medida norteamericana, mientras que Europa mantiene su arancel a los fabricantes chinos por debajo del 10%. Eso quiere decir que el mercado se mantiene abierto a la llegada de compañías extranjeras. Y es que EEUU ha cuadriplicado el impuesto, que ya era del 25% hasta el reciente cambio, lejos de las condiciones europeas.
El consejero delegado recuerda que las medidas de corte proteccionista que se han aplicado a otros productos llegados de Asia, por ejemplo en la industria tecnológica, no han hecho más que contribuir a la inflación, creando este tipo de 'burbujas' a nivel económico en China, Europa y Estados Unidos.
Y tener inflación quiere decir que los precios son más altos, por lo que el volumen de ventas bajará y en general será "negativo" para todos.