Los acuerdos entre fabricantes han sido clave en los últimos compases del pasado ejercicio para hacer que muchos de ellos nos salieran con graves pérdidas en base a la penalización por parte de la Unión Europea a aquellos que superasen una media de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido en cada coche vendido. Tesla vendiendo únicamente coches eléctricos ha gozado de un excedente de créditos con el que ha jugado a hacer caja.
En los últimos tres meses, y como viene siendo habitual últimamente en cada cierre, la firma comandada por Elon Musk echó el cierre de nuevo con beneficios a sus espaldas, pero esta vez gran parte de ellos ha procedido de tratos con fabricantes que estaban en una clara necesidad de compensar su déficit de emisiones.
Uno de los fabricantes que más complicada tenía su situación en el ámbito de las emisiones ha sido FCA, quien no ha tenido más remedio a mano que negociar con Tesla para hacerse con parte de su excedente de créditos. Según Reuters, recientemente Stellantis ha tenido que desembolsar aproximadamente dos mil millones de euros para compensar su excedente de emisiones del pasado año, cantidad a la que hay que sumar 300 millones de euros correspondientes al ejercicio previo que FCA ya pagó.
Como bien sabemos, FCA como tal ya no existe, ya que ahora forma parte de Stellantis, el compendio de empresas resultante entre la unión del consorcio italo-americano con el grupo francés PSA. Éste último ya disponía para el momento de la fusión de una gama de coches eléctricos e híbridos enchufables bien extendida en firmas como Citroën, Peugeot y Opel, y cuya tecnología irá heredando paulatinamente parte de las firmas de FCA en los próximos compases.
En lo relativo a tecnología de coches eléctricos e híbridos, PSA ha aportado mucho más a Stellantis que FCA.
Con esta situación para el presente ejercicio, el grupo de reciente creación cree que no tendrá que volver a tratar con ningún fabricante cuya situación le permita tener la sartén cogida por el mango en el trato, mencionando directamente a la americana Tesla.
Comentaba Carlos Tavares en una entrevista concedida al medio francés Le Point: "Con la tecnología eléctrica que PSA ha aportado a Stellantis cumpliremos de manera autónoma con las regulaciones de emisión de dióxido de carbono a partir de este mismo año. Por lo tanto no necesitaremos volver a solicitar créditos de CO2 europeos, y FCA ya no tendrá que trabajar con Tesla ni con nadie".
Concluía el directivo del consorcio de nueva creación diciendo: "Como resultado de la combinación del Grupo PSA y FCA, Stellantis se encuentra en condiciones de lograr los objetivos de CO2 en Europa para este 2021 sin llegar a acuerdos de cese de créditos de emisiones de vehículos para pasajeros con otros fabricantes de automóviles".
Como resultado de la esperanza de la nueva Stellantis en el buen desempeño comercial de sus productos más eficientes, la compañía ya está saldando todos los aspectos y cabos sueltos que en términos financieros supondrá no volver a tratar con Tesla en lo relativo a excedentes de emisiones.