Los coches de segunda mano se han convertido en la elección preferida para aquellos que no están dispuestos a desembolsar la cantidad que actualmente se requiere para adquirir un vehículo nuevo. Los precios de los automóviles nuevos, especialmente en el caso de los eléctricos, han aumentado considerablemente, lo que hace que sean inaccesibles para muchas personas. En el mercado de vehículos usados, gracias en gran parte a la introducción temprana de vehículos electrificados por parte de Toyota, se pueden encontrar versiones atractivas de modelos anteriores de la marca que ofrecen características que, en un modelo nuevo, costarían muchos miles de euros adicionales. Además, estos coches usados suelen contar con la etiqueta ECO de la DGT.
El sistema híbrido del que hablamos en esta ocasión se basa en un motor de 1,8 litros de cilindrada que se hizo famoso en el Prius y se extendió a modelos como el Corolla, Yaris y otros. Incluso se utilizó en un monovolumen con un amplio maletero de más de 500 litros, que fue muy popular entre los conductores profesionales debido a su gran espacio interior, el Prius+ (conocido también como Prius v (“versability”) o Prius α (en Japón).
Este modelo en particular llegó al mercado bastante tarde, ya que la mayoría de los monovolúmenes de su tipo se introdujeron más de una década antes. De hecho, se le puede considerar heredero del Toyota Corolla Verso, una variante del compacto que no contaba con un sistema híbrido que lo impulsara.
El Prius+, sin embargo, se destacó por su mecánica única bajo el capó. Fue lanzado en 2012 y experimentó un rediseño en 2015. Aunque no se destacó por su apariencia ni sus prestaciones, su atractiva relación calidad-precio lo convirtió en una elección popular entre los taxistas y otros profesionales.
En la actualidad, muchos de ellos todavía optan por adquirir un Prius+ de segunda mano, incluso si tiene algunos kilómetros recorridos, siempre que haya sido bien mantenido y haya pasado las revisiones necesarias. Este modelo tiene la capacidad de superar fácilmente los 500.000 km y llegar hasta los 800.000.
Su mejor característica es la practicidad. Además del maletero con un volumen de carga de 505 litros, cuenta con una fila trasera de asientos completamente independientes, lo que brinda un asiento completo para cada pasajero, incluso el del centro. También hay versiones de 7 plazas que agregan dos asientos adicionales en el maletero, aunque suelen ser adecuados para uso ocasional o personas de baja estatura, como niños.
Aunque su potencia de 136 CV puede no ser impresionante, es suficiente para mover el vehículo de manera adecuada. Lo más destacado es su eficiencia de combustible, que ronda los 5 litros por cada 100 kilómetros si se maneja con cuidado, como es típico en este tipo de motores híbridos.
Sin embargo, debido a que ya no se fabrica y aún tiene una demanda significativa, las unidades en buen estado tienden a tener un precio elevado en el mercado de vehículos usados. Por lo tanto, no se puede considerar una ganga, aunque, en comparación con un vehículo nuevo de tamaño y características similares, sigue siendo mucho más asequible.
En las principales webs de ventas de coches de segunda mano, se pueden encontrar unidades que superan ampliamente los 150.000 km desde 13.000 €. Pero, en función de su antigüedad y de su estado de conservación, puede elevar el precio incluso hasta los 18.000 €. Sin embargo, las ofertas más interesantes están en aquellos que no han alcanzado todavía los 100.000 km. Para ello, hay que subirr algo el presupuesto, que ya se situará entre los 20.000 y 25.000 € y que, según en qué casos, puede ascender hasta los 30.000 €.
Como en toda compra de este tipo, es importante verificar que el vehículo haya pasado las revisiones periódicas necesarias, especialmente en estos motores híbridos de Toyota. Se debe asegurar un funcionamiento adecuado de la batería y del motor, así como un buen sistema de refrigeración (lo mejor es acudir a un servicio oficial de Toyota). También es esencial verificar que el motor de gasolina no presente fugas de refrigerante en las cámaras de combustión para evitar costosas reparaciones en la junta de la culata.