Contemporary Amperex Technology Co., más conocida por CATL, está desarrollando un nuevo tipo de batería para vehículos cuyas celdas no contienen níquel ni cobalto, según anunció un ejecutivo de la compañía china el pasado fin de semana.
CATL es uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo y proveedor, entre otros, de Tesla, Grupo Volkswagen, Daimler o Toyota. Según hemos podido saber, se encuentra inmersa en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan no sólo mejorar las prestaciones de las baterías actuales, sino también reducir sus costes.
Según anunció Meng Xiangfeng, un alto ejecutivo de CATL, en una conferencia celebrada por la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, esta nueva batería será diferente a las NCA, NCM y LFP existentes actualmente. Si bien es lógico lo primero (las letras N y C hacen referencia al níquel y el cobalto presente en sus celdas), no deja de llamar la atención que esta nueva tecnología sea diferente también a las baterías de litio-ferrofosfato (LFP), que no necesitan níquel ni cobalto.
Renunciar al níquel y al cobalto, dos materiales muy costosos, significa que se podrá reducir el precio de la batería y, por ende, también el precio de los coches eléctricos. No obstante, la compañía no ha publicado los detalles sobre la composición química de las celdas de esta nueva batería ni tampoco ha anunciado los ahorros previstos con esta nueva tecnología.
Actualmente CATL fabrica baterías NCM (níquel-cobalto-manganeso) para numerosos fabricantes de coches, y ha comenzado a suministrar baterías de litio-ferrofosfato para los Tesla Model 3 fabricados en China. Además, sus baterías LFP también se emplean ya en vehículos eléctricos de gran tonelaje, como autobuses, y han demostrado ser de las mejores de su categoría.
De un tiempo a esta parte, prácticamente todos los principales fabricantes de baterías, desde Panasonic hasta LG Chem, pasando por SVOLT, están reduciendo el uso de cobalto en sus baterías de iones de litio con químicas NCM o NCA, y están investigando nuevas químicas que prescinden completamente de dicho elemento.
Las baterías de litio-ferrofosfato de CATL están comenzando a alcanzar densidades energéticas (tanto en peso como en volumen) suficientes como para ofrecer una autonomía decente a los vehículos eléctricos para particulares, con cifras en torno a 160 Wh/kg. Comparativamente, las celdas 2170 de Tesla fabricadas por Panasonic tienen alrededor de 247 Wh/kg. Para intentar solucionarlo, CATL ha ingeniado una tecnología cell-to-pack que elimina la distribución por módulos y permite tener un mayor número de celdas en un determinado espacio, aumentando la densidad energética en un 10-15 %.