Si mirásemos debajo de cada coche eléctrico del mundo descubriríamos que al menos uno de cada tres incorpora baterías de CATL (Contemporary Amperex Technology Co). El mayor fabricante del mundo de baterías para coches eléctricos sigue pensando en ampliar su dominio, no solo en lo referente a nuevas tecnologías. El gigante asiático busca expandir la producción a nuevas localizaciones. Así lo confirman fuentes cercanas a la empresa que aseguran que CATL está buscando en México los terrenos ideales para levantar una nueva fábrica de baterías.
Como ya hemos dicho, CATL es el principal suministrador del mundo de baterías para coches eléctricos. En su cartera de clientes encontramos marcas como Tesla, Hyundai, Solaris, BMW y muchas más. Trabajando con casi todos los fabricantes de coches eléctricos, los chinos saben que en los próximos años su mercado crecerá considerablemente gracias a la llegada de nuevos participantes y más modelos. Los mercados europeos y americanos serán claves en esa nueva estrategia, y de ahí que CATL piense en acercar la producción.
Alemania se ha convertido en el centro de fabricación local en Europa. Con unas instalaciones que están a punto de abrir, CATL acercará su producción a los fabricantes, lo que debería ahondar en una mayor agilidad a la hora de realizar las entregas. En Estados Unidos se están ultimando los detalles para abrir la primera gran planta de producción, los informes apuntan a que se ubicará en Carolina del Sur o en Kentucky dada la proximidad con algunas de las fábricas de sus socios comerciales. Está planeado que este centro esté operativo a partir de 2026.
A pesar de que ya hay planes asegurados para aproximar CATL al continente norteamericano, la empresa china plantea la posibilidad de abrir otro centro en el país vecino, México. Tal y como recogen las fuentes de Automotive News, CATL está buscando los terrenos ideales para esa nueva planta, fijándose detenidamente en las localidades de Ciudad Juarez, en el estado de Chihuahua, o en Saltillo, estado de Coahuila. Esta última considerada como segunda opción. La búsqueda sigue activa, por lo que no se espera una confirmación oficial en fechas próximas.
Las mismas fuentes que apuntan a la construcción de una nueva planta en México indican que el presupuesto para la fabricación y puesta en marcha de las instalaciones ronda los 5.000 millones de dólares, aunque es más que probable que ese capital pueda dividirse entre las dos instalaciones planeadas para Estados Unidos y México. Por el momento las informaciones son algo vagas, pero todo apunta a que habrá no una sino dos fábricas en Norteamérica.
Al igual que ha hecho en Europa, y al igual que lleva haciendo mucho tiempo en China, CATL busca reducir distancias con sus compradores para agilizar el proceso de producción y entrega. Una posibilidad es que en México se llevaría a cabo la fabricación de las celdas de las baterías, mientras que en la planta estadounidense se formalizarían los paquetes definitivos de las baterías que acabarían siendo instaladas en modelos de Tesla, Ford o Volkswagen.
