El año que viene, el fabricante de baterías chino CATL (Contemporary Amperex Technology) comenzará la construcción de su nueva fábrica de baterías en Europa. Tal y como ya se confirmó a principios de julio, la ubicación elegida finalmente ha sido Erfurt, una ciudad alemana del estado de Turingia. Su proximidad a los proveedores, la infraestructura ferroviaria de transporte en la zona y, sobre todo, la cercanía de sus clientes, que son fundamentalmente los fabricantes de automóviles alemanes, han desequilibrado la balanza hacia el país germano.
CATL ya ha comenzado a buscar emplazamientos para la ubicación de sus espacios de almacenamiento. También está empezando a negociar con proveedores, tanto locales como europeos, para el suministro de materiales para la fabricación de las baterías. "Estamos absolutamente abiertos a hablar sobre maquinaria, equipos y materiales con proveedores alemanes o europeos", ha afirmado el director de CATL para Europa, Matthias Zentgraf.
La empresa establecerá inicialmente un departamento de calidad y desarrollo de prototipos. Según Zentgraf, la producción de celdas de baterías se iniciará en 2022 y la puesta en marcha de esta nueva fábrica generará de forma directa e indirecta alrededor de 600 nuevos empleos. Su capacidad de producción alcanzará los 14 GWh al año.
Producción automatizada de las celdas de baterías de CATL.
Buena parte de esa producción acabará en las manos de los fabricantes de automóviles alemanes, que ya han firmado contratos de suministro con la empresa china. Poco antes de la confirmación de la ubicación definitiva de la fábrica, BMW firmó un contrato de suministro de más de 1.000 millones de euros. El grupo alemán es propietario de parte de las acciones de CATL a través de la empresa conjunta que mantiene con el fabricante chino Brilliance Automotive. También tiene firmados contratos con Volkswagen y Daimler para suministrar baterías a los nuevos modelos de sus respectivas submarcas eléctricas, I.D. y EQ. Igualmente Hyundai y los fabricantes franceses del Grupo PSA, Peugeot-Citroën-DS, y Renault cuentan con CATL como uno de sus suministradores principales.
CATL aspira a convertirse en el mayor fabricante de baterías del mundo. Tras haberse convertido en el principal suministrador de baterías para los fabricantes chinos, comenzó su expansión internacional para conquistar los mercados estadounidense y europeo. Para ello decidió salir a bolsa y vender el 10% de sus acciones, con lo que recaudó 20.000 millones de dólares (16.000 millones de euros). CATL pretende alcanzar una producción anual de 50 GWh en 2020 e invertirá 4.200 millones de yuanes (536 millones de euros) para desarrollar nuevas químicas para sus baterías.
