El Test Center Energy (TCE) de SEAT en Martorell es una instalación única y pionera en el sur de Europa. Inaugurada en 2021, este laboratorio forma parte del camino hacia la electrificación del Grupo Volkswagen, que cuenta con un centro exclusivo para la investigación y el desarrollo de las baterías de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables. Para España, estas instalaciones suponen un paso más para impulsar la electrificación y convertir el país en un hub europeo líder de la movilidad eléctrica. Estas son sus cifras.
6.000 análisis al año y 1,3 MW de potencia
El TCE puede realizar cada año hasta 6.000 ensayos completos de un sistema de alto voltaje compuesto por la batería, el sistema de carga y el sistema de seguridad. En una superficie de 1.500 m2 trabajan 25 profesionales altamente cualificados a tres turnos, las 24 horas del día, 365 días al año. En su interior se desarrollan y hacen ensayos de rendimiento a los sistemas de energía de vehículos eléctricos e híbridos de CUPRA, SEAT y SEAT MÓ, así como de otras marcas del Grupo Volkswagen.
En el TCE de SEAT también se ensayan las baterías de los scooter eléctricos de SEAT MÓ.
La capacidad de ensayo que admite el TCE es de 1,3 MW, equivalentes al consumo de 350 viviendas a la máxima potencia (3,7 kW cada una) o a más de 100.000 teléfonos móviles cargando sus baterías simultáneamente. Según Josep Bons, responsable de Desarrollo Eléctrico y Electrónico de SEAT S.A. "Este centro nos posiciona como un referente en el desarrollo de soluciones para la movilidad sostenible".
5 escenarios de prueba y 5 climas diferentes
Para probar las baterías y garantizar su buen funcionamiento durante toda su vida útil en el TCE se reproducen todos los escenarios posibles en los que podría trabajar una batería. Conducción a mayor o menor velocidad, por pendientes con diferentes inclinaciones o superficies y bajo condiciones climatológicas cambiantes.
Cada batería se somete a 5 escenarios de prueba diferentes tanto de temperatura como de rendimiento, durante 17.500 horas.
Los vehículos eléctricos e híbridos del Grupo Volkswagen se venden en todo el mundo por lo que resulta necesario comprobar su óptimo funcionamiento "en zonas muy cálidas como puede ser México pero también en países muy fríos como por ejemplo Suecia, donde en invierno encontraremos temperaturas muy por debajo de los cero grados" afirma Francesc Sabaté, responsable del TCE. En las cinco cámaras climáticas instaladas las baterías se exponen a límites de temperaturas extremos en una horquilla que puede variar hasta en 80 grados centígrados, desde los -25 ºC hasta los 55 ºC.
En total, los cinco bancos de prueba y cinco cámaras climáticas permiten poner las baterías al límite y garantizar "el rendimiento óptimo en cualquier circunstancia en la que se pueda encontrar a lo largo de todo el ciclo de vida", añade Sabaté.
25 profesionales altamente cualificados trabajan 24 horas al día, 365 días al año.
17.500 horas de prueba
Cada una de las baterías que pasa por las instalaciones del TCE es sometida a un promedio de 17.500 horas de ensayos. Sobre ellas se aplican múltiples ciclos de carga y descarga a diferentes perfiles de temperatura monitorizando en tiempo real todos los parámetros de las celdas y del conjunto de la batería, explica Sabaté.
Actualmente, la atención se centra en las baterías que se implementan sobre las dos plataformas clave del grupo alemán. La MEB, sobre la que se construyen los coches 100 % eléctricos y la MQB, sobre la que se implementan las variantes híbridas. Además, para asegurar la compatibilidad de las recargas en el mundo real, se emplean diferentes cargadores utilizados en todos los vehículos electrificados. Según Sabaté, "para un solo proyecto se realizan, de media, un total de 900 pruebas en estático y 2.500 en dinámico".
Sostenibilidad
Las instalaciones del Test Center Energy están diseñadas para representar un compromiso con la sostenibilidad. Las 120 placas solares en su cubierta logran un ahorro de 39 toneladas de CO2 al mes. Además, autorregula su temperatura gracias a 95 lamas dinámicas colocadas en su fachada que se mueven para aprovechar la luz exterior de manera eficiente. El TCE ha obtenido la certificación LEED® por eficiencia energética y diseño sostenible gracias a los sistemas con los que ha sido construido.