A día de hoy la adquisición de un coche eléctrico está reservado para personas con un poder adquisitivo, por lo general, elevado. Esto es algo que el gran público espera que cambie con el paso de los años y la democratización de las diferentes tecnologías. Sobre este futuro del sector eléctrico ha hablado el propio CEO de Ford, Jim Farley, quien augura que el mercado pronto entrará en una "guerra de precios" en modelos que ronden los 25.000 dólares.
Actualmente, el sector automotriz, y particularmente el eléctrico, está viviendo tiempos convulsos a causa del cada vez más elevado coste de adquisición de materias primas, así como de la falta de suministros, algo que está retrasando la esperada democratización de los coches eléctricos y su correspondiente disminución de precios de compra por parte del gran público. Años atrás se auguraba que para el año actual, el vehículo eléctrico ya estaría en unos niveles de precios similares al de los vehículos térmicos, sin embargo, debido principalmente a las dos razones mencionadas anteriormente, estos márgenes deberán esperar aún algunos años para hacerse realidad.
No obstante, una de las empresas con mayor calado de todo el sector automotriz como es Ford, está apostando por la llegada de nuevos modelos más asequibles y accesibles al gran público. Jim Farley, el CEO de la compañía americana, ha presentado sus credenciales durante la Conferencia de Decisiones Estratégicas de Bernstein el pasado miércoles 1 de junio, quien espera que la facilidad de acceso a un vehículo eléctrico venga de la mano de una disminución en el coste de fabricación del mismo, y ya sitúa la mencionada "guerra de precios" en alrededor de la línea de los 25.000 dólares.
La posible disminución en los costes de fabricación traerá consigo la sustitución completa de los vehículos térmicos en favor de los eléctricos, ya que, una vez ese acontecimiento tenga lugar, la equidad de precios será una realidad y, debido a las facilidades que proporcionan los "cero emisiones" con respecto a los vehículos de combustión, harán que finalmente la balanza caiga del lado de los modelos movidos por electricidad.
Farley, durante su exposición, señaló esta posibilidad aunque remarcó lo difícil de tal movimiento a día de hoy. En esto puso como ejemplo su modelo eléctrico estrella, el Ford Mustang Mach-E, el cual tiene un precio en Estados Unidos de alrededor de 45.000 dólares (en España está desde 63.700 euros) pero tan solo el paquete de baterías ya genera un coste para la marca de unos 18.000 dólares por unidad construida. Esto deja con muy poco margen para la disminución de precios.
Para ello todavía habrá que esperar algunos años más, pues Ford se encuentra actualmente desarrollando su nueva plataforma exclusiva para vehículos eléctricos de la compañía. Esta siguiente generación de plataformas eléctricas será la que traiga consigo la esperada disminución en las tarifas de adquisición de estos coches. Esto se deberá a que dicha plataforma emplea la mitad de fijaciones, soldaduras y una menor carga de trabajo, por lo que su mayor simpleza a la hora de fabricarse tendrá como sinónimo una disminución importante en su precio final para el cliente del vehículo.
El CEO, a pesar de eludir todas las cuestiones referentes a un posible lanzamiento futuro de un Ford de 25.000 dólares, sí admitió que la compañía americana ya posee planes de actuación para esta posible "guerra de precios", como son la reducción de costes de distribución y publicidad. Recordemos que Ford espera lanzar en los próximos meses una variante eléctrica del Puma, lo que supondrá una importante disminución de precio con respecto al único eléctrico que a día de hoy comercializa la compañía, el Ford Mustang Mach-E.
Otras compañías del sector automotriz ya piensan en el lanzamiento de un posible modelo eléctrico que sitúe su precio por debajo de los 25.000 euros, como Volkswagen quien ya ultima el desarrollo de su modelo situado por debajo del presente ID.3; este es conocido por ahora como Volkswagen ID.Life, pero más adelante tomará el nombre de ID.2. Este modelo será fabricado en España, según las últimas confirmaciones.