Las tensiones comerciales entre Occidente y China están en aumento, y los líderes mundiales están expresando su alarma ante las consecuencias de esta disputa. Los aranceles impuestos a China están socavando los principios del libre mercado y generando dificultades para empresas de todos los tamaños. La CEO de General Motors, Mary Barra, ya había dado la voz de alarma sobre cómo esta situación está afectando de manera particular a la industria del automóvil durante la Cumbre de Mujeres Más Poderosas de 2024.
Las consecuencias de esta coyuntura geoeconómica llegan ahora con una mala noticia para el gigante automovilístico estadounidense que ha realizado una controvertida maniobra para ajustar su estructura y enfrentarse a los estos desafíos. Un plan estratégico que incluye el despido de aproximadamente 1.000 empleados.
Excusas para ganar más o una necesidad para no desaparecer
La decisión tomada por el fabricante estadounidense forma parte de una medida destinada a optimizar costes y enfocar los recursos del grupo en prioridades clave. Según información difundida por medios locales, de la que se hace eco Europa Press, los recortes abarcan diferentes áreas de la compañía.
Aunque algunos despidos se atribuyen al bajo rendimiento de los trabajadores, la mayor parte responde a una reorganización integral. Este ajuste busca posicionar a la empresa frente a las transformaciones del mercado, como la transición hacia vehículos eléctricos y el desarrollo de tecnologías avanzadas de conducción autónoma.
La mayoría de los empleados afectados trabajaban en el Centro Técnico Global de GM, ubicado en las afueras de Detroit, Michigan. Esta medida forma parte de un plan más amplio para reducir costes en 2.000 millones de dólares (unos 1.897 millones de euros) durante 2024. Este esfuerzo se produce en un contexto de disminución de ventas en Estados Unidos, una compleja situación comercial en China y el desafío de evolucionar hacia un portafolio completamente sostenible en los próximos años.
Los recortes recientes se suman a la eliminación en agosto de más de 1.000 puestos en las áreas de software y servicios informáticos. A pesar de estos ajustes, GM reportó un incremento del 11,74% en su beneficio neto durante el tercer trimestre de 2023, alcanzando los 8.969 millones de dólares (aproximadamente 8.283 millones de euros).
Mary Barra, la competitividad y la sostenibilidad
Mary Barra, consejera delegada de GM, destacó los retos que enfrenta la industria del automóvil. "La competencia es intensa, y las regulaciones serán cada vez más estrictas. Por eso estamos enfocados en optimizar nuestros márgenes en motores de combustión interna y acelerar la rentabilidad de nuestros vehículos eléctricos en términos de Ebit (ganancias antes de intereses e impuestos)", afirmó.
La estrategia de General Motors no solo busca adaptarse al cambio, sino también liderarlo, fortaleciendo su capacidad para competir en un sector en rápida evolución. Con estos ajustes, la compañía se prepara para consolidar su posición en un mercado que demanda innovación, sostenibilidad y eficiencia operativa.