En Mercedes-Benz parece que lo tienen claro: no a los aranceles que podría adoptar la Unión Europea sobre los coches eléctricos de producción china. Después de algunos años escuchando la posibilidad de esta introducción, el CEO de Mercedes, Ola Källenius, se ha postulado totalmente contrario a esta posibilidad en una entrevista con el medio Financial Times, ya que es más partidario de que el mercado global sea abierto, libre y sin barreras económicas que impidan su desarrollo.
Este punto de vista contrasta con el de un elevado número de dirigentes europeos, así como de un gran porcentaje de los directivos de marcas automovilísticas. En los últimos meses se ha sabido, a través de una investigación por parte de la propia Unión Europea, que buena parte de las compañías chinas reciben apoyo estatal para exportar sus productos al Viejo Continente, pudiendo así entrar a competir con productos más baratos que sus rivales, algo que es claramente una nueva puntilla para los fabricantes autóctonos más veteranos.
Mercedes apuesta por la apertura de los mercados
Sin embargo, el CEO de Mercedes apuesta más por la apertura de fronteras a este respecto: “No aumenten los aranceles. Soy contrario. Creo que hay que hacer lo contrario: tomar los aranceles que tenemos y reducirlos o eliminarlos. Esa es la economía de mercado. Dejemos que la competencia se desarrolle. Este avance de China ha sido una progresión natural de la competencia y debe afrentarse con mejores productos, mejor tecnología y más agilidad por nuestra parte”.
A tenor de la mencionada investigación por parte de la Unión Europea, Källenius comentó: “Nosotros no pedimos eso. Como empresa, no pedimos protección y creo que las mejores empresas chinas no quieren tampoco protección. Quieren competir en el mundo como todas las demás. La apertura de los mercados ha llevado al crecimiento de la riqueza, especialmente en la maravilla económica de China, que ha sacado a cientos de millones de personas de la pobreza. Si creemos que el proteccionismo nos dará éxito a largo plazo, la historia nos dice que ese no es el caso”.
Preguntado sobre cuál sería su remedio para el problema de competencia entre China y Europa, el CEO lo tiene claro: “Igualdad de condiciones. Necesitamos ser conscientes de la necesidad de crear situaciones económicas en las que todos ganen. Si buscamos fortuna con un mayor proteccionismo, vamos por el camino equivocado”.
Mercedes no es la única compañía europea automovilística que apuesta por la eliminación de estos aranceles. Porsche, hace unos meses, también mostró su apoyo a sus rivales chinos, prometiendo “luchar contra cualquier arancel impuesto por la Unión Europea”. Ambas marcas cuentan con un elevado porcentaje de ventas en China, por lo que su defensa de este mercado podría estar más que justificada.
Por ahora, no se han implantado aranceles oficiales por parte de la Unión Europea. Sin embargo, países individuales como Francia, sí apuestan por proteger la industria de la región, proporcionando ayudas a la compra de coches eléctricos fabricados dentro de Europa, mientras que los producidos en China tienen negado este apoyo.