Cuando se cumple un año desde la creación de Ampere, la empresa del Grupo Renault especializada en coches eléctricos y software, su CEO, Luca de Meo, ha hablado de la situación del mercado eléctrico y de los proyectos de la compañía tras una visita a la fábrica de la compañía, situada la localidad francesa de Douai.
El principal reto que afronta Ampere es, en palabras de De Meo -también CEO en el Grupo Renault-, alcanzar, “antes que la competencia” y “para 2028”, la paridad de precios de los coches eléctricos con los térmicos". Un logro buscado por todos los fabricantes generalistas desde hace años y una aspiración -casi exigencia- de los automovilistas europeos.
Cómo van a lograr Ampere y el Grupo Renault esa paridad de precios
Pues bien, De Meo señala que van avanzando en esa dirección, según recoge La Tribuna de la Automoción, y que pretenden lograr ese reto para el citado 2028 en los vehículos eléctricos del segmento compacto.
Algo que será posible dado que, para esa fecha, la compañía Ampere prevé lograr una reducción de costes de hasta el 40% en la producción de la siguiente generación de vehículos eléctricos del Grupo Renault, que llegarán al mercado sobre esa fecha.
Un aterrizaje que coincidirá con el incremento previsto de la demanda de los vehículos eléctricos hasta en un 25% durante los cinco próximos años, señala la compañía.
La reducción del precio de las baterías, clave
Para lograr el citado recorte del coste de producción de los vehículos, De Meo señala como “clave” la reducción del coste de las baterías, que prevé disminuirá “un 50%” entre, otros motivos, y tal como señala Ampere en un comunicado, a la introducción del LFP -baterías de litio-ferrofosfato, más económicas- y a nuevas tecnologías como cell-to-pack", que permite integrar más celdas en la baterías y reduce el peso y tamaño de las mismas.
Junto a estas mejoras en las baterías, la reducción del 40% del coste de los vehículos eléctricos también llegaría mediante un ahorro -que se calcula del 25%- en los costes de creación de los motores. Y es que Ampere y el Grupo Renault buscarán desarrollar la tercera generación de motores eléctricos libres de tierras raras -muy costosas-.
Objetivo, ahorrar tiempo y costes de desarrollo
Otro aspecto que ha querido destacar De Meo es la importancia de las alianzas con otras empresas, que le permiten ahorrar dinero y tiempo, optimizando los procesos. Una de ellas es la que mantiene con el especialista chino CATL en cuanto a investigación y desarrollo de baterías, pero no es la única.
De esta forma, Nissan ya ha solicitado a Ampere que les apoye en el desarrollo de su próximo urbano eléctrico, que podría ser muy similar al próximo Twingo.
Y es que Ampere tiene claro que han de optimizarse estos dos factores, tiempo y costes, si quieres ponerse al nivel de los constructores líderes en coches eléctricos: los fabricantes chinos.
Por eso Ampere cuenta con un unidad especializada, llamada Advanced China Development Center, con un equipo que trabaja en “estrecha colaboración con socios chinos”. El objetivo final de la misma es “aprender del ecosistema [chino] en materia de procesos de desarrollo y sacar el máximo partido tanto para los equipos de Ampere como para los de Renault Group”, deja claro la propia compañía en un comunicado.