Más allá de las pick-ups (o camionetas, como llaman allí) y los SUV absurdamente grandes que se venden en su mercado, Estados Unidos tiene algo que genera mucha envidia a este lado del charco y son sus deportivos de precio razonable. El nuevo Chevrolet Corvette C8 Stingray es uno de esos: un coche biplaza de motor central (el C8 es la primera generación del Corvette con esta configuración), bajo, ancho, sexy y con un motor potente con alrededor de 500 caballos. A quien esta receta le sepa a poco deberá esperar al Corvette C8 ZR1, la versión más radical del modelo que en esta nueva generación supondrá un antes y un después: el próximo Corvette ZR1 será un deportivo híbrido, tendrá tracción total y más de 900 caballos.
El Corvette ZR1 híbrido no es un rumor, sino una información confirmada por un alto ejecutivo de General Motors a los compañeros de MotorTrend. El próximo ZR1, que tardará todavía unos años en llegar, empleará un nuevo motor V8 biturbo derivado del propulsor atmosférico de 5,5 litros del Corvette C8.R de carreras. Al propulsor de gasolina se le añadirá un sistema híbrido pensado puramente para las máximas prestaciones, que añadirá más par y entregará un potencia máxima de 900 caballos.
El sistema híbrido tendrá dos motores eléctricos situados en el eje delantero, lo que convertirá al C8 ZR1 en un deportivo híbrido de tracción integral -una arquitectura similar, por ejemplo, a la del Porsche 918 Spyder-. Los motores eléctricos podrían ir alojados en el hueco del pequeño maletero frontal, y en cualquier caso servirán para ofrecer un control vectorial del par en el eje delantero.
El Chevrolet Corvette C8 Stingray normal monta el LT2, un motor V8 atmosférico de 6,2 litros y 502 CV.
Desde General Motors no han dado detalles sobre la tecnología o el tamaño de la batería, cuya posición en el coche es un misterio a día de hoy. Resulta evidente que se colocará lo más baja posible para favorecer un centro de gravedad lo más próximo posible al suelo, pero el espacio en el coche es reducido. Presumiblemente no será una batería muy grande, pues la idea no es poder circular en modo eléctrico sino aportar más potencia en momentos determinados, y podría situarse bajo el maletero trasero o bien entre los asientos delanteros y el motor de combustión.
Un motor de combustión que cambiará notablemente respecto al que emplea el Corvette C8 estándar. El propulsor del ZR1 tendrá doble árbol de levas en cabeza (en vez de las 2 válvulas por cilindro con varillas y balancines) y cigüeñal plano en lugar de uno cruzado -como suele ser habitual en los V8 americanos-. Junto a la adición de los dos turbos, será fácil que este nuevo propulsor supere por sí solo los 700 caballos, dejando el resto para la parte eléctrica. En cualquier caso, la ganancia de potencia es imprescindible para compensar el aumento de peso que supone la batería, los motores eléctricos y el cableado extra.
Con esta arquitectura, el C8 Stingray será el primer Corvette híbrido de la historia y también el primero con tracción integral. Como es habitual en las versiones ZR1, la nueva mecánica híbrida vendrá acompañada de mejoras a todos los niveles: chasis, aerodinámica, neumáticos, etc. que convertirán a este modelo en el Corvette más rápido de la historia.