China tiene una de las reservas de litio más importantes del mundo, por lo que no prevé problemas en el suministro de este material, esencial para la fabricación de baterías para los vehículos eléctricos. Sin embargo, sí depende del cobalto exterior, un mineral que se encuentra en las baterías de litio con cátodo ternario habituales. Por eso, Wang Chuanfu, presidente de BYD, el mayor fabricante de vehículos de China, asegura que para evitar la misma dependencia del petróleo importada de la era del motor de combustión interna, su país debe elegir la ruta tecnológica correcta para las baterías.
En un discurso en el foro de alto nivel China NEV Development, Wang ha dicho que China debe considerar que las baterías de litio ferrofosfato (LFP) deben ser la tecnología que predomine en su industria: "nuestro país tiene abundantes recursos de litio, pero los recursos de cobalto y níquel son escasos".
En la actualidad, las baterías de alto voltaje que pueden alimentar a los vehículos eléctricos incluyen dos tecnologías para la química del cátodo muy diferentes. Las baterías ternarias NCM requieren una gran cantidad de níquel y pequeñas cantidades de cobalto, mientras que las baterías LFP eliminan por completo la necesidad de cobalto y requieren menos níquel.
China tiene en su territorio varios yacimientos de litio cuya explotación es un proceso lento que tardará varios años en llegar a su apogeo. El ritmo de extracción es inferior al ritmo de la demanda, que crece rápidamente. Sin embargo, los recursos de litio de China serán suficientes para satisfacer la demanda esperada de más de 300 millones de vehículos, pero en términos de reservas de cobalto y níquel, China tiene muy pocos recursos, asegura Wang.
Los recursos mundiales de cobalto son ya de por sí escasos. Las reservas de China alcanzan solo loas 130.000 toneladas, menos del 2 % de las que existen en todo el mundo. En cuanto al níquel, China tas solo cuenta con el 4 % de las reservas mundiales. Por lo tanto, las reservas de cobalto y níquel no pueden satisfacer la demanda de electrificación total. Wang añade que el país no puede seguir dependiendo de estos metales en la era de los vehículos eléctricos, como estaba limitada por el petróleo en la era de los motores de combustión.
Por otro lado, durante el último año, las instalaciones de producción de baterías LFP en China se han incrementado en mayor número que las de baterías ternarias. En agosto, estas instalaciones sumaban una capacidad de producción de 27,8 GWh, un 121 % más respecto al año anterior y 14,7 % más respecto al mes de julio, según los datos publicados a principios de este mes por la China Automotive Battery Innovation Alliance. Las baterías instaladas con tecnología LFP alcanzaron los 17,2 GWh, el 62 %, mientras que las y las ternarias fueron 10,5 GWh (38 %), manteniendo la tendencia de los últimos 15 meses.