Si hoy mismo entraban en vigor los aranceles añadidos del 10% a todas las importaciones chinas que Donald Trump firmó el pasado fin de semana, China ha respondido de inmediato. Y lo ha hecho imponiendo sus propios aranceles a determinados productos norteamericanos.
Así las cosas, China ha impuesto el 15% de recargo impositivo sobre el carbón y el gas natural licuado -GNL-, así como un arancel del 10% por ciento sobre el petróleo, equipos agrícolas, camiones eléctricos -que se aplicaría casi exclusivamente al Tesla Cybertruck, que la marca está promocionando en el mercado chino- y coches de gran cilindrada importados desde Estados Unidos.
Una respuesta “modesta” ante los aranceles norteamericanos
Además, China ha comunicado que iniciaría una investigación antimonopolio sobre determinadas empresas norteamericanas, como Google o PVH Corp, propietaria de marcas como Tommy Hilfiger y Calvin Klein; que podrían ser sancionadas en el país asiático.
Según publican desde Autonews, Capital Economics, una firma de inversión británica ha estimado que los aranceles anunciados por China se aplicarían a unos 20.000 millones de dólares de importaciones anuales desde Estados Unidos, en comparación con los 450.000 millones de dólares de importaciones chinas que deberán abonar los aranceles impuestos por Donald Trump.
Por eso, Julian Evans-Pritchard, el directivo de Capital Economics, no ha dudado en señalar que “las medidas [chinas] son bastante modestas, al menos en relación con los movimientos de Estados Unidos, y han sido calibradas para enviar un mensaje a los EE.UU.”. Al respecto, la Casa Blanca ya ha señalado que Donald Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantendrán una conversación a finales de esta semana.
Existe una posibilidad "elevada" de que se incrementen los aranceles
Los aranceles chinos no entrarán en vigor hasta la próxima semana, en concreto, hasta el próximo lunes 10. Por lo que podría darse el caso de que la conversación entre Donald Trump y Jinping ayudara a rebajar la tensión comercial entre ambas potencias y, en el mejor de los casos, a eliminar o posponer la entrada en vigor de ambos aranceles.
Pero no es lo que piensan los expertos. Firmas de inversión como Oxford Economics señalan todo lo contrario, y han indicado en un comunicado que “la guerra comercial [entre EE.UU. y China] se encuentra en las primeras etapas, por lo que la probabilidad de [que se impongan] nuevos aranceles es elevada”. Junto a esta publicación, Oxford Economics rebajó su pronóstico sobre el crecimiento económico de China en 2025.
Y a esta empresa de inversión no le faltan razones para creer que la situación puede empeorar.
No en vano, el pasado lunes, Donald Trump amenazó con aumentar aún más los aranceles a China a menos que desde Beijing de interrumpa el flujo de fentanilo, un opioide que ha engachado a decenas de miles de personas hacia Estados Unidos: “esperemos que China deje de enviarnos fentanilo; porque si no lo hace, los aranceles serán sustancialmente más altos”.
Por su parte, China ha declarado que el problema del fentanilo es una cuestión interna de Estados Unidos, a la vez que ha indicado que denunciará los aranceles norteamericanos ante la Organización Mundial del Comercio, a la vez que tomaría “otras medidas”.