El Citroën Oli es una declaración de intenciones por parte de Citroën y, al mismo tiempo, una muestra de rebeldía. En su presentación oficial, Citroën dice «basta» a la tendencia de la industria de «fabricar vehículos familiares de cero emisiones más pesados, complejos y costosos». Con el Oli quieren desmarcarse de esa tendencia y apuestan por lo contrario: un coche eléctrico sencillo, ligero, eficiente, sostenible en la mayor medida posible y asequible.
Aunque de un tiempo a esta parte la innovación no es la misma que antaño, Citroën siempre ha hecho cosas diferentes al resto. Y el Citroën Oli es el último ejemplo. Es un laboratorio sobre ruedas basado en los mismos principios del Ami: sencillez, asequibilidad, sostenibilidad y de estilo desenfadado.
Dice Citroën que, a nivel de diseño, el Oli se ha exagerado deliberadamente para reforzar la funcionalidad y la versatilidad de su habitáculo. Como en el Ami, se distingue por el uso lúdico y desenfadado de los colores, adornos aquí y allá y accesorios para su personalización. Además estrena el nuevo logotipo de los dos chevrones de Citroën que se adoptará en todos los futuros lanzamientos de la marca y en su nueva identidad corporativa.
Tiene una silueta de lo más peculiar: la luneta delantera es vertical porque es la manera de utilizar la menor cantidad de vidrio posible. La aerodinámica pasa a un segundo plano: como está enfocado al uso urbano, la velocidad máxima está limitada a 110 km/h. El capó, el techo y la zona trasera tipo pick-up son planos para una reparación más sencilla, y están fabricados en un compuesto de cartón reforzado con fibra de vidrio. Están revestidos con resina de poliuretano Elastoflex y pintados con pintura al agua R-M Agilis. Además de ser más sostenibles, son altamente duraderos.
Las puertas delanteras, los parachoques y los elementos de protección son idénticos en ambos extremos, es decir, son iguales los de un lado y otro. El objetivo, dice Citroën, es que sea fácil de reparar, renovar, actualizar y personalizar, de modo que pueda pasar fácilmente "como nuevo" a varios propietarios sucesivos, o mantenerse en una familia para que lo disfruten las generaciones más jóvenes. Aquí entra en juego la longevidad del ciclo de vida útil para reducir el uso de recursos materiales.
La dieta del Oli es extensa. Los paneles del techo son un 50% más ligeros en comparación con unos fabricados en acero; y las puertas son un 20% más ligeras que las de un compacto convencional gracias a que no llevan altavoces, cableado ni material insonorizante.
En el interior, los asientos están fabricados con materiales reciclados y utilizan un 80% menos de piezas que un asiento tradicional. Tampoco tiene alfombrillas. En su lugar, el suelo tiene un revestimiento de una sola pieza fabricado a partir de poliuretano termoplástico expandido (E-TPU). Esta espuma es tan elástica como el caucho, pero más ligera, más elástica y muy resistente a la abrasión, y puede sustituirse fácilmente. El sistema de infoentretenimiento es un curioso proyector "Smartband" a partir de tu propio smartphone.
Una eficiencia elevada para conseguir 400 km de autonomía con una batería de 40 kWh
El resultado es un coche eléctrico muy ligero, alrededor de 1.000 kilos, que con una batería de sólo 40 kWh de capacidad ofrece 400 kilómetros de autonomía. Citroën asegura que puede conseguir un consumo «realista» de 10 kWh/100 km, una cifra realmente baja, La velocidad máxima está limitada a 110 km/h y puede recargar su batería del 20% al 80% en unos 23 minutos.
Esto es otra muestra de la vuelta a la sencillez de los coches más antiguos. Citroën también hace referencia al excesivo tamaño y peso de los coches modernos en comparación con los coches de los años 70 y 80. El Citroën Oli mide 4,20 de largo por 1,65 metros de alto y 1,90 metros de ancho. Curiosamente, es tan ancho como un BMW X3 actual y solamente 2 centímetros más estrecho que un Porsche Macan.
Una muestra del Citroën del futuro
Citroën también ha puesto énfasis en la practicidad. El Oli tiene un cajón de carga trasero tipo pick-up con 994 mm de ancho, y la caja retráctil permite variar la longitud entre 679 mm y 1050 mm. También tiene carga bidireccional (V2G y V2L), de manera que puede servir como fuente de alimentación para otros aparatos eléctricos o incluso para la casa en caso de apagón. Puede suministrar hasta 3,6 kW de potencia a otros dispositivos eléctricos.
El Oli está pensado para poder personalizarse fácilmente, y adaptarse a cada futuro propietario. Además impulsa un nuevo enfoque de los servicios al cliente y de la relación con la propiedad de vehículos eléctricos de Citroën. La firma gala dice que espera ver las ideas de Oli, como los detalles de diseño y las características del interior, representados en los futuros modelos de producción.