Alemania ha dado un paso importante para reducir la contaminación ambiental, después de que el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo alemán determinara que las principales ciudades pueden prohibir los coches diésel más contaminantes, una medida que afectará a 12 millones de vehículos en el mercado más grande de Europa y obligará a los fabricantes de automóviles a pagar por costosas modificaciones.
Se trata de la regulación más importante desde que el Grupo Volkswagen admitiera en 2015 haber falseado los datos de emisiones contaminantes de los motores diésel, lo que generó un escándalo con repercusión mundial. "Este es un fallo revolucionario, que podría sentar un importante precedente para una acción similar en toda Europa", dijo el analista de Evercore ISI, Arndt Ellinghorsts, a Automotive News Europe.
El fallo del tribunal administrativo federal más importante del país se produjo después de que los estados alemanes apelaran contra las prohibiciones de motores diésel impuestas por los tribunales locales en Stuttgart y Düsseldorf en los casos presentados por el grupo ambientalista DUH por la mala calidad del aire. El tribunal rechazó el martes las apelaciones de los gobiernos estatales y ordenó a Stuttgart y Duesseldorf enmendar sus planes contra la contaminación, asegurando que las prohibiciones municipales pueden implementarse incluso sin reglas nacionales.
Los gobiernos contra el diésel
El DUH demandó a Stuttgart y Duesseldorf para obligarlos a implementar prohibiciones de conducir, después de que se descubrió que alrededor de 70 ciudades alemanas excedían los límites de NOx (óxidos de nitrógeno) de la Unión Europea. Las ventas de coches diésel han estado cayendo rápidamente en Europa desde el 'diéselgate'. Madrid, París, Atenas y Ciudad de México han dicho que planean prohibir los vehículos diésel en los centros de las ciudades para el año 2025, mientras que el alcalde de Copenhague quiere prohibir la venta de nuevos automóviles diésel el próximo año. El fabricante alemán Porsche ya no producirá coches diésel, para enfocarse en los vehículos electrificados. La cuota de coches diésel en la producción total de vehículos en Europa podría reducirse a 27% en 2025 desde un 52% en 2015, pronostica Barclays.
Los fabricantes de automóviles se han comprometido a revisar el software de 5.3 millones de automóviles diésel y están ofreciendo incentivos a los clientes para renovar los coches más antiguos. Pero los grupos ecologistas han presionado para obtener mejoras costosas en los sistemas de escape para automóviles con normas de emisiones Euro 6 y Euro 5, que cuestan, al menos, 1.500 euros por vehículo. Las modificaciones costarían miles de millones de euros y una prohibición total podría recortar de forma importante los precios de reventa. El grupo alemán de seguridad automotriz ADAC sugiere que los fabricantes de automóviles deberían asumir los costes para actualizar los viejos modelos diésel.