Imagina que te llega una factura de cobro de 560.000 euros por recargar tu coche eléctrico en un cargador público. La primera reacción seguramente es una estupefacción total, seguida de cierto pánico antes de intentar analizar la situación. Prácticamente una pesadilla que ha tenido que vivir en sus carnes un cliente chino por recargar su Tesla Model 3 en uno de los Supercargadores de la compañía estadounidense.
Hasta septiembre del año pasado, Tesla ofrecía a sus clientes en China 1.500 kilómetros de cargas gratuitas en los cargadores rápidos de la compañía, tanto a los compradores del vehículo como a los que recomendasen su compra, lo que se llama un programa de referidos. El 18 de septiembre Tesla canceló este programa de incentivos, pero los clientes que hubieran comprado su coche antes de la fecha indicada, todavía podían disfrutar de su crédito de recargas gratuitas.
Según ha publicado un cliente de Shanghái en su perfil de la red social Weibo, hace poco recibió una notificación en la app de Tesla alertando de que había finalizado su periodo de recargas gratuitas en los Supercargadores de la marca. No sólo eso: Tesla le informaba de que no podría volver a utilizar un Supercargador para cargar su Model 3 hasta que no abonase una deuda pendiente de 3.846.306 yuanes en concepto de tasas de carga, 560.180 euros al cambio en el momento de redactar este artículo.
Según el historial de recargas compartido por este usuario, la última vez que cargó su Model 3 fue el pasado 27 de febrero, una recarga de 20 minutos. El cliente agotó ese mismo día su saldo de recargas gratuitas (le quedaban 2.285 kilómetros) y además tuvo que pagar por consumir 1.923.720 kWh a razón de 2 yuanes por kWh.
Lógicamente se trata de un error, pues dicha cantidad de energía es suficiente para hacer más de 32.000 cargas completas en un Tesla Model 3 con la batería de 60 kWh. Si tenemos en cuenta la autonomía homologada de esa versión (491 km según el ciclo WLTP), es energía suficiente para recorrer 15.712.000 kilómetros, aproximadamente. Algo imposible de alcanzar por un ser humano con la más alta esperanza de vida posible.
El cliente afectado se puso en contacto con el servicio de atención al cliente de Tesla y compartió también su respuesta en la misma red social, en la que le informaron de que se trataba de un error que los técnicos ya estaban intentando arreglar. Al final, todo ha quedado en una anécdota, eso sí, después de haberse llevado un buen susto.