No es la primera vez que vemos como una marca prioriza la fabricación y entrega de unas unidades u otras en función de si un modelo puede llegar a salirle más rentable a dicha compañía. Rivian está haciendo algo similar. En los últimos meses hemos visto como han comenzado a salir los primeros coches eléctricos de su factoría, sin embargo, no es oro todo lo que reluce y a Rivian ya comienzan a salirle detractores, entre ellos sus propios clientes.
Rivian se ha convertido por méritos propios en todo un referente del sector automotriz eléctrico, particularmente debido a su lanzamiento en plancha para comercializar la primera pick-up eléctrica del mercado, el Rivian R1T. Una vez este modelo asentó las bases de lo que puede ser un modelo eléctrico de este calibre, otras marcas también se subieron al carro y ya vemos como muchas otras hacen planes a futuro para desarrollar sus propios vehículos de este particular segmento.
Sin embargo, Rivian se encuentra actualmente en ciertos apuros en varios aspectos. El primero de ellos son sus pedidos atrasados, lo cual está causando enormes descontentos en los propios clientes de la compañía. Desde Rivian han dado prioridad de fabricación a ciertos acabados del R1T, tales como el Black Mountain y el Forest Edge, dejando al Ocean Coast ciertamente atrasado; esta preferencia también pasa por colores para la carrocería, u otros elementos particulares y personales de cada unidad.
Es por ello que existen casos en los que realizaron su pedido de Rivian R1T poco tiempo después de que este abriese su libro de reservas, concretamente a principios del año 2019, y aún no han recibido su pick-up eléctrico mientras que otros que hicieron lo propio años más tarde sí que les han sido entregadas las llaves de su coche. Esto está causando enormes controversias entre los clientes potenciales de la marca, quienes aseguran que Rivian no está haciendo las cosas bien y por ello están decidiendo esperar para adquirir un Ford F-150 Lightning o cualquier otro modelo similar de alguna marca bien asentada en el mercado y que les proporcione ciertas garantías.
La prioridad de fabricación de un modelo u otro se está haciendo debido a que en Rivian aseguran que esto facilitará la complejidad de construcción con sus proveedores y esto les llevará a poder entregar una mayor cantidad de pedidos. No obstante, esto no está dando confianza a los clientes de Rivian, quienes incluso ya llegan a pensar que no recibirán su pedido hasta dentro de varios meses cuando fueron los primeros en llevar a cabo la mencionada reserva.
Adicionalmente, varios analistas ya hablan de una mala gestión económica por parte de la compañía americana, pues actualmente la marca cuenta con un efectivo total de 16 mil millones de dólares, los cuales podrían gastarse antes de lo debido a causa de la mencionada mala gestión. Según Morgan Stanley, la firma gastó del orden de 1,2 millones de dólares por vehículo entregado en el primer trimestre, debido particularmente a causas de desarrollo, puesta en marcha de la fábrica y ciertos apartados de la misma. El mismo analista habla de una previsión de gasto de 7 mil millones de dólares para este año, por lo que ya advierte a la directiva de Rivian de que deberán cambiar su imagen frente a los inversores si quieren mantener el crecimiento de sus activos.
Estos contratiempos se unen a la ya de por sí controversia provocada por el incremento en el precio de sus modelos en los últimos meses. El director ejecutivo de Lucid Motors, Peter Rawlinson, también ha dado su opinión en el asunto y cree que Rivian debería aumentar aún más sus precios si realmente quiere obtener ganancias. Sus cálculos estiman que el precio de partida del R1T debería ser de alrededor de 95.000 dólares, cuando a día de hoy su factura inicial se sitúa en los 84.500 dólares, después de su última subida de precios.