Los datos del último informe de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA, por sus siglas en inglés) indican que todos los países del bloque comunitario ofrecen algún tipo de beneficio a la hora de adquirir un vehículo eléctrico, ya sea en la fiscalidad o en la ayuda para su adquisición o uso. Sin embargo, también señala que existe una importante disparidad y fragmentación entre las medidas adoptadas hasta ahora por cada país.
Según los datos del más reciente Barómetro de la Electromovilidad de 2023, realizado por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), España se sitúa en la parte alta de los países más rezagados. Aunque su progreso en términos de electrificación ha sido notable, al compararse con otros países europeos, sigue estando considerablemente por debajo de la media. El Barómetro refleja un grupo de países que va a la cabeza: Alemania (53 puntos), Países Bajos (66,5 puntos) y Reino Unido (37,2 puntos) que crecen por encima de la media europea (27,4 puntos) y en el que también destaca Portugal (33,1 puntos).
España lejos de la cabeza: el Plan Moves
En el informe se recogen los incentivos a la movilidad eléctrica que, actualmente, se plasman en el Plan Moves II y el Plan Moves III financiado, hasta ahora, con 1.200 millones de euros, según los números del Ministerio de Transportes. Este presupuesto se dirige a incentivar la movilidad eléctrica y particularmente, la compra de vehículos eléctricos y el despliegue de infraestructura de recarga para estos vehículos.
España, Italia, Suecia, Austria y la República Checa son los únicos cinco Estados miembros de la Unión Europea (UE) que proporcionan incentivos fiscales para la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos. En Italia, hay un límite de ayuda de 1.500 euros, mientras que en Suecia se cubre la mitad del costo de instalación.
En el caso español, es importante distinguir entre las subvenciones que se otorgan en función del número de habitantes del municipio donde se instalan los puntos de recarga. Para los particulares que residen en zonas con menos de 5.000 habitantes, el coste cubierto por la subvención podría alcanzar hasta el 80%.
En lo que respecta al uso de vehículos eléctricos en empresas, solo 17 Estados miembros ofrecen algún tipo de apoyo económico a las compañías para fomentar la electrificación de la movilidad de sus trabajadores. En cuanto a la compra de estos vehículos, existen seis países donde no se ofrecen incentivos: Bélgica, Dinamarca, Bulgaria, Finlandia, Letonia y Eslovaquia.
Los obstáculos en España que frenan la adopción del coche eléctrico
En la actualidad, España se encuentra entre los países europeos con menor penetración de vehículos eléctricos. Apenas el 5,5% de los vehículos en circulación en el país son eléctricos, muy por debajo de la media europea, que ronda el 15%.
Según el último informe de Transport & Environment, la realidad es que, en España, adquirir un vehículo de combustión tiene más beneficios fiscales que uno eléctrico. En el documento se compararon las cifras de España con las de Portugal, donde el porcentaje de matriculación de coches eléctricos es del 17,3%, a pesar de contar con una renta per cápita más reducida.
Mientras tanto, a la cabeza de la electrificación de su movilidad están los países de Escandinavia. Noruega cerró 2023 con las matriculaciones de turismos eléctricos puros suponiendo el 82,4% del mercado, mientras que el coche eléctrico creció un 18% en Suecia.
Mientras tanto, los países escandinavos lideran en la electrificación de sus parques móviles. En2023, las matriculaciones de turismos eléctricos puros en Noruega representó el 82,4% del mercado, mientras que en Suecia el crecimiento de vehículos eléctricos fue del 18%.