Tras el anuncio de CUPRA la pasada semana de que su segundo modelo 100 % eléctrico, el CUPRA Tavascan, será fabricado en China, ahora es Volvo la que confirma que dará forma en el país asiático a un producto clave de su gama de coches eléctricos, el Volvo EX30, un modelo destinado a ser el más asequible de su gama.
Durante la presentación del Volvo EX90, el buque insignia absoluto de Volvo para los próximos años, la marca dejó entrever la primera imagen del EX30. Si bien es cierto que, durante el evento, no se hicieron comentarios sobre el modelo, más tarde su CEO sí lo hizo a Automotive News Europe.
Sin entrar demasiado en detalle, Jim Rowan, CEO de Volvo Cars, se refirió al modelo como EX30 y declaró que para la marca se trata de un "coche realmente importante" ya que les permitirá "llegar a un grupo demográfico de precio diferente".
Es decir, se posicionará en la parte más baja de la gama de Volvo para ubicarse en el segmento compacto, un nicho de mercado que la marca abandonó con el cese de producción del último compacto, el Volvo V40. Estará basado sobre la plataforma SEA del grupo chino Geely y se espera que comparta elementos técnicos clave con el Smart #1, que se asienta sobre la misma base.
El modelo de Smart parte en España de 40.980 euros, precio que, de acuerdo con comentario del máximo responsable del Volvo, debería superar a la baja el EX30 cuando llegue al mercado. Actualmente, el coche eléctrico más asequible que comercializa Volvo es el XC40 Recharge y se vende en España a partir de 44.000 euros.
China y la fabricación de coches eléctricos
China está ganando terreno de una forma imparable en el panorama automovilístico. A la proyección que están teniendo los fabricantes chinos fuera de sus fronteras, como BYD o SAIC, hay que sumar que muchos fabricantes extranjeros están decidiendo llevarse la producción de coches eléctricos clave en su andadura a suelo chino.
Los motivos por los que lo hacen están claros. A una mano de obra mucho más asequible y una fuerza laboral igual de cualificada y voluminosa, hay que sumar el coste de los materiales y especialmente el coste de las células que componen las baterías. Recordemos que, actualmente, China es el mayor productor de baterías del mundo.
Así las cosas, no es de extrañar, pues, que los fabricantes celebren llevar la producción de modelos claves a China. Sin ir más lejos, la pasada semana Tesla anunció que durante el mes de noviembre la firma consiguió dar forma a más de 100.000 coches eléctricos en su fábrica de Shanghái, lo que supone un récord para la propia marca, pero también muestra que su crecimiento puede llevar a convertir la factoría en la fábrica de coches más grandes del mundo, sean eléctricos o no.