Southern Co-op, una empresa que opera casi 60 funerarias en Reino Unido ha comenzado a emplear un coche fúnebre completamente eléctrico en el sur de Inglaterra. Se trata de un Tesla Model S convertido por Coleman Milne para albergar estos servicios funerarios, cuya longitud es casi un metro mayor que la de la berlina de serie. El empleo de este tipo de vehículos en los funerales, que habitualmente requieren que se circule a baja velocidad, parece una solución lógica que evita el ruido y el olor a combustible quemado durante las ceremonias.
El fabricante británico de automóviles funerarios Coleman Milne ofrece este coche fúnebre sobre la base del Tesla Model S desde el verano de 2020. Su conversión es fruto de una colaboración con el carrocero de lujo alemán Binz. Southern Co-op, operador de casi 60 funerarias en Reino Unido en los condados de Berkshire, Dorset, Hampshire, Isle of Wight, Somerset, Surrey, Sussex y Wiltshire cuenta ya con una de estas unidades para sus servicios.
Las pandemia del coronavirus ha obligado a demorar los permisos necesarios para la aprobación y la homologación de este vehículo, que le permiten circular por las carreteras del Reino Unido. "Este es definitivamente un momento para celebrar el fin del proceso y no perderemos el tiempo para ponerlo en marcha", ha afirmado Steve Pearce, director de operaciones de Southern Co-op.
El Tesla Model S transformado en coche fúnebre tiene una longitud de 5,8 metros y una autonomía de 354 kilómetros. La recarga se realiza en las instalaciones de Southern Co-op, que asegura utilizar fuentes renovables.
Esta compañía ha defendido desde siempre la necesidad de emplear vehículos eléctricos en los servicios fúnebres. Una solución que parece obvia ya que, cuando la procesión viaja a velocidades lentas, se evita el molesto ruido del motor del coche fúnebre y el olor a combustible que llega a las personas que caminan al lado de él.
Interior del Tesla Model S reconvertido a coche funerario.
De hecho, Southern Co-op ya ha utilizado otros coches fúnebres electrificados en sus servicios ya que cuenta con dos limusinas Mercedes Clase E híbridas y dos coches fúnebres convertidos e híbridos Mercedes Clase E. A bajas velocidades, estos vehículos funcionan en modo eléctrico, lo que permite un funeral completamente silencioso.
Los otros coches fúnebres eléctricos
La propuesta de utilizar coches eléctricos para los funerales se ha repetido a lo largo de los últimos años. Por su tamaño, el Tesla Model S ha sido el vehículo que más se ha empleado para las conversiones, la mayoría de ellas realizadas en Noruega y en los Países Bajos. Sin embargo, han existido transformaciones mucho menos lógicas, como es el caso de la realizada por Full Circle Funerals en Yorkshire, que en 2017 convirtió un Nissan Leaf en un coche fúnebre. Debido al pequeño tamaño del vehículo, el ataúd tenía que viajar al lado del conductor.
En España, allá por 2013, el primer prototipo de coche fúnebre eléctrico homologado para circular en vías urbanas e interurbanas, el E- Moon, fabricado por la empresa catalana Bergadan, fue adquirido por Altima. Se trata de un vehículo capaz de cubrir una distancia de hasta 120 kilómetros que la empresa utilizará para el transporte de ataúdes y urnas cinerarias durante los entierros o traslados. También en 2013, la empresa Clem Ecologic, fabricante y distribuidor de vehículos eléctricos, presentó el primer coche fúnebre cien por cien eléctrico de categoría M1 que fue adquirido por el grupo ASV Servicios Funerarios para el cementerio de Almería.