Los motores de combustión interna, ya sean de gasolina o diésel, han llegado a un punto de eficiencia que es difícil superar por las limitaciones propias de la tecnología (es decir, de la termodinámica). Seguir mejorando la eficiencia de estos motores y reducir sus emisiones contaminantes es cada vez más caro y complejo, así que la mejor solución es electrificarlos de algún modo.
La hibridación ligera o hibridación suave es la manera más sencilla de hacerlo y este ha sido el camino elegido por muchos fabricantes para reducir sobre el papel las emisiones y el consumo de combustible de sus vehículos. La hibridación ligera es el primer paso de la hibridación, pero, como veremos a continuación, apenas aporta beneficios reales más allá de las ventajas fiscales de su etiqueta ECO.
¿Qué es un coche microhíbrido?
Un coche microhíbrido, con hibridación suave o hibridación de 48 voltios, es un vehículo con un motor de combustión interna como propulsor principal que cuenta con el apoyo de un pequeño motor eléctrico de 48 voltios. Son también conocidos por las siglas en inglés MHEV (Mild Hybrid Electric Vehicle).
En algunos coches microhíbridos se utiliza un motor eléctrico de 24 o 12 voltios, cuyo aporte es todavía menor. Este último es el caso, por ejemplo, del Audi A4 y del Fiat 500 Hybrid. Ambos cuentan con hibridación de 12 voltios.
Los coches con hibridación suave se han vuelto muy populares gracias a que permiten reducir ligeramente las emisiones de los motores de gasolina y diésel y, especialmente, porque en España se benefician de la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Cómo funciona
En los coches microhíbridos, el motor de arranque habitual se sustituye por un motor de arranque-alternador de 48 voltios mucho más potente. La potencia y el par varían dependiendo del fabricante y el modelo en cuestión, pero, generalmente, la potencia de estos motores oscila entre 2 y 25 CV.
El motor eléctrico se conecta al motor de combustión mediante una correa y sirve como ayuda en arrancadas y aceleraciones fuertes, es decir, cuando más energía se necesita, lo que teóricamente reduce el consumo de carburante. El motor eléctrico de 48 voltios también permite recuperar energía en las frenadas.
Los coches mild hybrid llevan una pequeña batería para almacenar la energía recuperada por el motor-alternador en las frenadas y deceleraciones. Normalmente la batería de un microhíbrido tiene una capacidad inferior a 1 kWh, más pequeña que la de un coche híbrido convencional.
En algunos coches microhíbridos, el sistema eléctrico de 48 voltios sirve también como apoyo para otros elementos secundarios como sistemas de iluminación, suspensión, compresores, etcétera, en lugar del habitual circuito eléctrico de 12 voltios que normalmente se encarga de estos elementos en el resto de coches.
Diferencias con un HEV
Si el marketing hace su trabajo, los microhíbridos pueden pasar como híbridos para los clientes más profanos en la materia. Pero su funcionamiento y sus ventajas distan mucho de los híbridos convencionales (también llamados híbridos completos o no enchufables y distinguidos por sus siglas HEV).
La diferencia más importante respecto a un híbrido eléctrico es que los microhíbridos no pueden circular nunca en modo eléctrico. El pequeño motor eléctrico que llevan no puede mover el vehículo por sí mismo, lo cual repercute a la hora de hablar de consumos. Aunque técnicamente un microhíbrido es un coche híbrido, a la hora de funcionar tiene muy poco de híbrido, pues siempre lleva el motor de combustión en marcha.
Por contra, los híbridos como el Toyota Corolla, el Renault Clio E-Tech o el Hyundai Kona híbrido, pueden circular la mayor parte del tiempo en modo eléctrico en ciudad, reduciendo notablemente el consumo de gasolina y las emisiones de gases. Esto nos lleva a la segunda gran diferencia: el gasto de combustible.
Sobre el papel, los coches microhíbridos reducen el consumo de combustible homologado entre 0,2 y 0,7 l/100 km. Sin embargo, la experiencia nos dice que, en condiciones de uso real, un microhíbrido aporta muy pocas ventajas en cuanto a consumos. Y no sólo eso: un estudio de la Universidad de Dublín llegó a la conclusión de que los coches con hibridación ligera emiten 12 veces más óxidos de nitrógeno (NOx) que un híbrido eléctrico no enchufable de Toyota y un 30% más de dióxido de carbono (CO2).
El absurdo de las etiquetas
Aunque apenas aportan ventajas reales en cuanto a reducción de consumo y emisiones contaminantes, la DGT consideró que los microhíbridos son merecedores de la etiqueta ECO, independientemente de sus emisiones. Esto ha provocado que muchos clientes puedan acceder a un coche con etiqueta ECO por un precio casi idéntico a un coche de combustión. Pero también ha dado lugar a situaciones absurdas.
Tan absurdas como que un SUV de altas prestaciones tenga la misma etiqueta que un pequeño coche urbano. El Audi RS Q8 homologa unas emisiones de CO2 de 300 g/km, pero tiene la misma etiqueta ECO que un Fiat 500 1.0 Hybrid (105 g/km). E idéntica a la de un Toyota Yaris 120H (92 g/km), este último un híbrido completo que homologa un consumo de apenas 4 l/100 km.
Y no es el único ejemplo. El Mercedes-AMG GLE 63 S 4MATIC+ tiene un motor 4.0 V8 biturbo de gasolina con 612 CV, pero gracias a su sistema microhíbrido se beneficia de la etiqueta ECO, a pesar de que homologa unas emisiones de CO2 de 277 g/km y un consumo combinado de gasolina 12,2 l/100 km. Hay muchos más ejemplos.
Que no te engañen
Sabiendo todo lo anterior, el lector ya tiene una imagen completa de la tecnología microhíbrida y sus diferencias respecto a un híbrido convencional. Y podrá saber, entonces, que no le supondrá un ahorro verdadero en cuanto a gasto en combustible.
Si lo que buscas es simplemente un coche nuevo con etiqueta ECO por las ventajas a la hora de acceder a zonas de bajas emisiones o los descuentos en el impuesto de circulación (en según qué Comunidad Autónoma), los microhíbridos suelen ser una opción más económica que un híbrido equivalente/similar. Sin embargo, si lo que buscas es un coche híbrido por el ahorro en combustible que ofrecen (principalmente en ciudad), deberás optar por un híbrido HEV, también llamado híbrido convencional o híbrido completo, y descartar un microhíbrido.