Renault es uno de los grandes fabricantes de automóviles, que como Ford, o antes ha hecho Geely con Polestar y Volvo, barajan la posibilidad de separar toda actividad económica y empresarial relacionada con los coches eléctricos para atraer mayores inversiones y con ello ganar capacidad operativa con la que desarrollar nuevas tecnologías. Con ello también podrán gestionar mejor, y de manera separada, el aún lejano fin de las ventas de vehículos de combustión interna.
Sobre ello se ha pronunciado, de la manera más abierta hasta la fecha, el propio CEO de Renault, Luca de Meo, quien desde el punto de vista económico y empresarial ve a coches de combustión interna y coches eléctricos como "dos deportes distintos".
Ha sido durante la conferencia "El Futuro del Coche", en su edición 2022, un evento celebrado por el Financial Times, donde el directivo de origen italiano ha expuesto su visión acerca de cómo los coches eléctricos han de gestionarse de manera distinta a los coches de combustión interna. Una manera de entender el porvenir de la industria completamente opuesta a la que tienen otros grandes fabricantes, como Mercedes o Stellantis, quienes seguirán manteniendo ambos tipos de tecnología bajo la misma estructura empresarial.
"Vemos los vehículos eléctricos como un negocio en crecimiento y los motores de combustión interna como un generador de efectivo estable". Añadía: "Hay una necesidad industrial de separar los dos equipos porque están jugando a deportes diferentes".
En cierto sentido, el CEO del consorcio francés ha confirmado que habrá una escisión en clave eléctrica dentro del consorcio al comentar que la nueva división saldrá a Bolsa "cuando estemos preparados para demostrar a los mercados y a los inversores que tiene sentido".
Seguía comentando: "Creemos que todavía hay potencial para la tecnología de combustión interna, pero es un juego viejo. En este caso, las sinergias y el volumen importan, y si separo las actividades de combustión interna y las combino con otro socio u otro actor, me dará una ventaja en el coste y podremos cobrarnos algunos de los márgenes para invertirlos en la nueva tecnología".
Uno de los primeros fabricantes que ha tomado esta senda ha sido Geely, quien bajo su dominio tiene a Volvo. Desde la propia firma sueca, y para dar más valor a los modelos que ya han lanzado y están por lanzar, el consorcio chino lanzó la marca Polestar, una firma que aunque muestra sinergias en común con Volvo, comercialmente es completamente ajena al veterano fabricante sueco.
Sin embargo, al contrario que muchas otras compañías (como Rivian), Polestar no ha querido plantearse lanzar su IPO en Bolsa hasta que ha tenido productos fiables en el mercado que demuestren a inversores cuáles son los puntos fuertes en la compañía y hacia dónde se dirige, que es precisamente lo que ha comentado el propio Luca de Meo que busca antes de lanzar una división eléctrica a Bolsa.
Ahora que Polestar se ha convertido en un fabricante asentado en Europa (ya matricula más unidades que otros reputados fabricantes como Jaguar o Alfa Romeo, que sólo venden modelos de combustión interna), es cuando la compañía tantea una entrada a Bolsa. Algo que previsiblemente hará durante esta misma primavera.