La crisis sanitaria que se ha desencadenado en 2020 será una catapulta para acelerar la electrificación de la industria del automóvil. Así lo creen algunos altos ejecutivos del Grupo Volkswagen que auguran que los nuevos planes de ayudas y las inversiones de los fabricantes para paliar la crisis se dirigirán sobre todo a asentar la estrategia que ya habían iniciado. Si bien a corto plazo los datos pueden ser engañosos, por la necesidad de generar efectivo y por el lento despliegue de la infraestructura de recarga, en el medio-largo plazo la estrategia sigue siendo la misma.
En el primer trimestre de 2020 las ventas de automóviles eléctricos aumentaron significativamente, según los datos del comunicado de prensa de ACEA, de 12 de mayo de 2020. Como resultado, algunos de los grupos automovilísticos ya estaban cumpliendo con los requisitos de emisiones que exige la nueva normativa europea. A mediados de marzo de 2020, la crisis del coronavirus cerró los concesionarios europeos, haciendo que las ventas totales de automóviles se desplomaran en marzo y abril, según los datos que ha publicado el Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT por sus siglas en inglés).
Esta circunstancia ha sembrado algunas dudas en el sector del automóvil, que este año se enfrentaba al gran reto de la nueva normativa europea y al tan ansiado pistoletazo de salida que confirmase un crecimiento importante de las ventas de vehículos eléctricos: ¿mantener la estrategia de electrificación o acordar una moratoria en la aplicación de las nuevas normas de contaminación?
En una conferencia organizada por la asociación automotriz del Reino Unido, SMMT, Christian Dahlheim, jefe de ventas del grupo Volkswagen, aseguró que la pandemia del coronavirus acelerará el movimiento hacia la electrificación gracias a los incentivos gubernamentales y las decisiones de inversión que tomarán los fabricantes de automóviles: "veremos una transformación más rápida hacia la movilidad eléctrica".
"El movimiento será impulsado en parte por el deseo del público de mantener el aire más limpio en las ciudades" añadió Dahlheim. Según el informe de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA, European Public Health Alliance), la crisis sanitaria del coronavirus ha demostrado que la contaminación de las ciudades ha perjudicado la salud de los ciudadanos europeos más vulnerables.
Adrian Hallmark, director de la marca Bentley, perteneciente al Grupo Volkswagen, cree que la pandemia podría haberse convertido en un "acelerador natural para la inversión eléctrica". Los fabricantes de automóviles se están viendo obligados a tomar decisiones difíciles y a invertir en una dirección que les permita reparar sus maltrechas finanzas. Si es necesario priorizar ante un futuro incierto, "¿Dónde arriesga su apuesta? ¿Más motor de combustión interna o más tecnología eléctrica? Hemos hecho esto último", sentenció Hallmark. La situación a corto plazo puede ser engañosa, reconoció el directivo, porque es necesario generar efectivo para invertirlo en la próxima generación de modelos, "pero eso no cambia la dirección estratégica".
Dahlheim dijo que el lento despliegue de las instalaciones de carga ralentizará las ventas de los coches eléctricos. "La mitad de nuestros consumidores están dispuestos a conducirlos, pero el mayor obstáculo es la infraestructura".
Francia , anunció un plan para reactivar la industria automovilística francesa que con algo más de 8.000 millones de euros que se sustentará y girará en torno a los coches eléctricos. Alemania ha aprobado un plan de estímulo para reactivar la economía tras el coronavirus con un paquete de 130.000 millones de euros, que incluye un aumento en las ayudas para comprar coches eléctricos, hasta un máximo de 9.000 euros. En España, el Plan Moves 2020, con un presupuesto de 100 millones de euros, incluye ayudas a la compra de vehículos eléctricos de hasta 5.500 euros, a los que se sumarán 1.000 euros adicionales aportados por los fabricantes.